𝘃𝗶𝗴𝗶𝗻𝘁𝗶𝗱𝘂𝗼. rigurosa ¿venganza?

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Capítulo 22Rigurosa ¿venganza?

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Capítulo 22
Rigurosa ¿venganza?

Al abrir la puerta, la encontré en un estado de angustia que nunca había visto antes. Ella está doblada sobre un cubo de basura, su anatomía temblaba con cada arcada, me apresuré a su lado, extendiendo la mano para apartar su cabello de la cara, intentando ofrecerle un mínimo de consuelo. Sin embargo, en lugar de aceptar mi ayuda, se soltó bruscamente de mi agarre. Al girarse para mirarme, la furia en su mirada me dejó atónito, hay una intensidad en sus faroles que nunca vi antes, una furia ardiente que parecía consumirla desde dentro. En ese momento, intenté entender qué había hecho para provocar tal reacción.

Pasé por todas las posibilidades en mi cabeza, tratando de encontrar alguna explicación para el odio que veía en sus ojos. No obstante, nada de lo que pude pensar me preparó para las palabras que salieron de su boca a continuación.

—Cogí con Hyun Jin.—confesó rápidamente, su mirada se endureció, pero no apartó la vista.

La habitación pareció encogerse ante sus palabras, cada sílaba resonando en el aire con un peso que amenazaba con aplastarme. Me quedé allí, paralizado, mientras intentaba procesar su confesión.

—¿Hyun Jin? ¿Hwang Hyun Jin?—repetí, mi voz sonaba lejana y hueca, como si viniera de algún lugar muy lejano.

Ella asintió, sus ojos todavía clavados en los míos, sus pupilas dilatadas reflejaban una determinación que me dejó desconcertado. En su rostro, no había rastro de arrepentimiento, solo una especie de resignación amarga que parecía haberse asentado en su expresión. Una oleada de emociones me golpeó de lleno; ira, confusión, traición... Sin embargo, sobre todo, una sensación aguda de pérdida. A pesar de todo, nunca esperé que Cho Mi Sae, que ella pudiera...

No podía apartar la vista de ella.

Un torbellino de emociones se agitaba en mi interior, cada una más dolorosa que la anterior, pensé que ella tenía sentimientos por mí, creí que podríamos escapar de este lugar juntos. No obstante, ahora, frente a su confesión y su mirada resignada, me di cuenta de que fue un error permitirme tener esos sentimientos con cada latido de mi corazón, la realidad de su traición se hacía más evidente. La mujer que tenía delante, la misma que ha despertado sentimientos que nunca pensé que tendría, me rompió el corazón. Di unos pasos hacia atrás, mi expresión debía ser un espejo de la desolación que sentía en mi interior. Sin decir una palabra más, me di la vuelta y me alejé de ella, las primeras lágrimas brotando de mis ojos, me sentía un completo imbécil, engañado y traicionado por la única persona que creí que nunca lo haría.

 Sin decir una palabra más, me di la vuelta y me alejé de ella, las primeras lágrimas brotando de mis ojos, me sentía un completo imbécil, engañado y traicionado por la única persona que creí que nunca lo haría

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El pecado de Felix (+18) ; l. felix ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora