Extra 05

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25 de abril - año 738

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25 de abril - año 738

Cerré mis ojos la sentir los golpes en mi cuerpo, los guardias golpeaban mi estómago, espalda y rostro con fuerza.

Mi padre estaba frente a mí, mirando como me golpeaban.

No me quejaba, no hacía ni un solo ruido. Con el tiempo deje de sentir dolor al ser golpeado.

Un guardia me dió un último golpe, sacándome el aire y después todos se alejaron de mí por orden de mi padre.

Él se acercó a mí, se coloco de cuclillas, tomo mi mentón con fuerza y hizo que levantará mi rostro, lo mire con los ojos cansados de tanto golpe, sangre salía de mi boca, mi pómulo estaba lastimado.

— espero y aprendas — dijo severo — el médico no ha logrado nada contigo, así que yo mismo veré la forma de curarte.

Hace un rato me avía vuelto a ver besando a un chico, fuí un idiota. Debí buscar un lugar donde no me viera, donde nadie pudiera verme.

—no me dejarán de gustar los hombre aunque me golpees — dije con Ian sonrisa burlona, se levantó y me dió una patada en el rostro con fuerza, mi rostro se giró ante el impacto.

— fuiste defectuoso desde el preciso  momento en que tú madre te dió a luz desde su útero. — escupió con asco — eres un maldito enfermo! Pero te curare.

Se dió la vuelta y antes de salir, se giró a un guardia.

— encierrenlo en los calabozos, no le den de comer por tres días, ni agua — ordenó con frialdad, el guardia asintió.

Salió y el guardia se acercó a mí, otro también se acercó y ambos me tomaron de mis brazos y me levantaron.

— hay que llevarlo al calabozo — dijo uno de ellos, cerré mis ojos, mientras era llevado por ellos.

— imaginas si el rey se entera que nosotros también somos... — susurro el otro guardia, sin terminar la oración.

— cállate, no debe enterarse — lo regaño el guardia que hablo primero.

Sabía a lo que se referían ambos. Llegamos a los calabozos y me metieron en una de las celdas, quedé recostado en el suelo. Sentí que uno de ellos se acercó a mí y se coloco de cuclillas.

— príncipe — me llamo en un susurro, levanté lentamente mi cabeza abriendo los ojos. — nosotros no lo dejaremos así, le traeremos comida y agua... Lo ayudaremos.

— g-gracias.

— y cuando sea rey, lo apoyaremos — hablo el otro guardia, estaba de pie en la entrada de la celda — nosotros no... No quisimos golpearlo, si no lo hacíamos...

— e-entiendo — susurré bajo — órdenes d-de mi p-padre.

— sí, recibiríamos un castigo nosotros también — dijo el que estaba cerca Ade mí.

El Corazón Del Rey [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora