Capitulo 03

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Me deshice de mi padre, los duques y Vannesa, quienes se entretuvieron en la fiesta

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Me deshice de mi padre, los duques y Vannesa, quienes se entretuvieron en la fiesta.

Camine a las caballerizas, tome a tornado, le coloque lo necesario y lo monte. Partí camino por el bosque hasta llegar a la cabaña.

Baje del caballo y lo amarre a un árbol, lo acaricie y me separe de él caminando hasta la puerta de la cabaña.

Abrí la puerta y ahí estaba él, sentado en la cama, esperándome.

La cabaña no era muy grande, en el medio avía una gran cama, un poco más alejado de esta avía un pequeño sillón, frente a una pequeña chimenea.

—¿Elyan para que me has pedido venir aquí? —pregunté cerrando la puerta lentamente atras de mí.

Me hizo señas para que me sentará a su lado y así lo hice.

—Leonard, quiero hacerte el amor está noche— susurro y mi cuerpo se tenso —Se que crees que no hay diferencia alguna pero la hay y quiero mostrartelo.

Desvíe mi mirada, mirando un punto fijo, sin decir nada, sin hacer gesto alguno.

—¿Me dejarías? —

—¿¡Para esto me has pedido venir!?—grite exaltado, levantándome de la cama.

Él se levantó también y se acerco a mí. Llevo lentamente sus manos a mi camisa y la quito con lentitud. Le permití hacerlo.

Dejo mi camisa a un lado, miro mi torso desnudo, en este avían cicatriz, demasiadas. Llevo su mano hasta una de ellas y la toco. Me tence de inmediato mientras mi respiración se agitaba.

Tomo su mano con fuerza y la alejo de mi cuerpo con brusquedad.

—Puedes tocar mi piel, no lo avía permitido hasta ahora. Pero no mis cicatrices.

Observo como soba su muñeca con una pequeña mueca de dolor, soy un idiota.

—¿Te he lastimado?

Niega. Pero no estoy convencido.

—¿Seguro? —asiente —dilo —exijo

—Estoy bien— habla después de unos segundos.

Se vuelve acercar a mí y lleva sus manos a mi rostro, acaricia mi mejilla mientras me mira a los ojos. Delinea mi cicatriz en la mejilla con uno de sus dedos, mi cuerpo se vuelve a tensar.

Ha visto que no me gusta que las toque y lo sigue haciendo. Frunzo el ceño viendolo.

Esto es mucho para mí. Estoy luchando en mi interior para no gritarle que se aleje, no sé cómo he logrado contenerme.

Tal vez por qué no quieres lastimarlo.

Habla mis subconsciente, cierro los ojos con frustración.

El Corazón Del Rey [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora