El Corazón Del Rey [Editando]

Extra 02

8 junio - año 731

Veo a los organizadores correr de un lado a otro; los cocineros preparando en tiempo límite todos los banquetes y a los sirvientes limpiando cada rincon del lugar.

Cuando la tarde inicia, mi madre va directo al salón a verificar que todo esté listo para el evento por petición de mi padre, mejor dicho, orden de mi padre. Mientras yo me pruebo mi traje.

Voy a mi vestidor, tomo mi ropa. Inicio por el pantalón con líneas doradas a los costados, perfectamente rectos, me coloco la camisa y termino con el atuendo con zapatos oscuros extremadamente brillantes.

Este es un uniforme de un monarca, el cual se usa en un evento importante, por ende mi padre utiliza uno igual al mío y mi madre deberá usar un traje a juego. Peino mi cabello hacia atrás mirándome en el espejo.

Tocan la puerta y sin mirar hablo.

—Adelanté

—Ya nos esperan abajo — asiento sin mirar a mi padre.

Salgo de la habitación junto a él y mi madre está afuera esperando, los tres caminamos, llegamos a la primera planta y caminamos hasta el salón de eventos.

Las grandes puertas son abiertas por los guardias y todos los ahí presentes centran su atención en nosotros. Todos hacen una reverencia.

La mano de mi padre se posa en mi hombro y mirando a todos con una sonrisa me susurra:

—Sonríe — dice entre dientes apretando su agarre en mi hombro, hago lo que me pide con dificultad por el dolor.

Trato de mantener mi mirada neutra. Para que no se note que la presencia de mi padre me pone nervioso.

—Bienvenidos a todos — habla en voz alta mi padre — hoy se celebra la vida del príncipe y futuro rey de Casteel.

Las personas ahí aplaudieron ante las palabras de mi padre.

—Disfruten de la fiesta en honor a mi hijo — finaliza mi padre.

Muchos se acercan a felicitarme, simplemente hago reverencia ante sus felicitaciones e igual acepto ldo regalos que me ofrecen.

Mis padres se alejan de mi lado y quedó solo de pie.

—Leo, leo — grita Vanessa acercándose a mí.

Su sonrisa es grande, me abraza fuerte y me separó de ella.

—Principe Leonard — la corrijo.

Mi padre me ha enseñado que no debo permitir que nadie me trate como su igual, soy el heredero y deben dirigirse a mi con respeto.

—Bien, príncipe Leonard — ríe — mira te he traído un obsequio...

Deje de escuchar sus palabras por qué alguien choco contra mi espalda. Me gire y en el suelo estaba un niño castaño.