Aviso: Está historia está en edición, por lo tanto está sujeta a modificaciones.
Las huellas de un pasado doloroso persiguen al rey Leonard de Forest.
La muerte, pesadillas, traumas y una guerra constante en su interior.
Recorreremos los pasillos de...
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21 de abril - año 738
—alteza, esto no está bien —
— Soy tu mayor y debes obedecerme — le digo firme y me acerco a él, lo tomo de la mandíbula y hago que me mire.
—Esto no es correcto — dice luchando.
—Me importa poco lo que es correcto — acerco mi rostro al suyo y lo beso a la fuerza.
Muevo mis labios sobre lao suyos, muerdo su labio inferior para que abra su boca, lo hace y introduzco mi lengua. Lo tomo con fuerza de la mandíbula para profundizar el beso.
Si el no disfruta el beso, yo si lo haré.
Simplemente lo ví, me gustó y quise tenerlo. Es el hijo de uno de los guardias del palacio, tiene dieciséis años, es un año mayor que yo. Me gustó mucho su rostro, sus ojos y sus labios, si me gusta lo tomo y así lo hice.
El sexo con Elyan es bueno, después de nuestra primera vez juntos, pero simplemente no me siento satisfecho, siempre me quedo con ganas de mucho más.
Me separó de aquel chico con uan sonrisa, el me mira con resentimiento. Su labio está lastimado por mi mordida, un hilo de sangre resbala por su mandíbula, levantó mi mano y limpio la sangre, la lleva. Mi boca y la chupo. Me acerco a él y dejo un beso en sus labios.
La puerta de mi alcoba se abre de golpe y me separó con brusquedad del chico. Mi padre me ve con horror y asco, mi madre viene atrás de él y mira la situación con asombro.
—¡¿Que carajos hacen?! — grita mi padre y se acerca a nosotros a pasos rápidos.
—padre...
—¡Lárgate! — le grita al chico frente a mí, sale de inmediato de la habitación.
Cuando sale de la habitación, se gira a mí y me toma de la camisa con fuerza.
—¡Eres un maldito enfermo! — gritó furioso.
— padre yo...
—¡cállate! — me dió una bofetada y caí al suelo, mi labio sangro y lo mire con odio.
— Stefan, déjalo — mamá intervino, pero mi padre se giró a verla con notable furia.
—¡cállate y vete! — gritó — le quitaré está enfermedad a tu hijo — dijo y cerró la puerta, mi madre no hizo nada, solo... Se fue.
Se giró hacia mí, sus manos estaban en un puño, los cerraba con fuerza, estaba muy furioso.
—Padre — tome valor y me puse de pie — me gustan los chicos... — dije y antes de que dijera algo más me volvió a tirar al suelo de un golpe.
Comenzó a patear mi cuerpo sin piedad alguna, me quejaba por el dolor y le pedía que parará, pero mis súplicas no sirvieron de nada, no lo hizo.
Mi cuerpo dolía, estaba completamente tirado en el suelo, sangre salía de mi boca.