Cuando Angel volvió al set, buscó a Aki con la mirada. Lo encontró hablando con Watanabe y se acercó con las orejas curiosas.
—¿Ya vamos a retomar?
—Angel, cambio de planes —dijo Watanabe—. ¿Dónde está Tanaka?
Angel se encogió de hombros. Ni siquiera apartó la mirada para buscar.
—¿Qué vamos a hacer?
—Digamos que he llegado a un acuerdo con Hayakawa. Me ha prometido que va a rendir si hacemos unas modificaciones y...
Tanaka entró en ese momento con un vaso de agua en la mano.
—¿Listos? —preguntó entusiasmado.
—Tanaka, ven, ven —dijo Watanabe—. Vale, chicos, ¿cómo lleváis el tema de la interpretación? Vamos a hacer lo siguiente...
Cuando terminaron de escuchar a Watanabe, Tanaka espetó:
—¡Pero yo salgo perdiendo!
—No, Tanaka, tendrás tu tiempo en pantalla como los demás —explicó Watanabe.
—Pues quiero el papel de Hayakawa —dijo Tanaka—. Él es el nuevo, que me lo cambie.
Aki no respondió. Ni siquiera miraba a Tanaka, estaba como distraído con los focos.
—Hayakawa encaja mejor con el perfil —rebatió Watanabe—. Venga, Tanaka, otro día te llamo para que hagas una peli con Angel, ¿qué problema hay? Vamos a pagarte lo mismo por trabajar menos tiempo.
—Pero estoy seguro de que a Hayakawa no le importa cambiarme el papel. Seguro que hasta lo prefiere, ¡si no se le pone dura!
Se hizo un silencio. Todos esperaban la reacción lógica de Aki y que aquello desembocara en una discusión, pero Watanabe reaccionó a tiempo:
—Aquí lo importante es el diálogo. Esto es porno, ¿vale? No hace falta que seáis creíbles, tampoco hay que hablar mucho, pero el diálogo tiene que tener sentido. ¿Os veis capaces de improvisar?
—Lo que sea —bufó Tanaka.
Aki hizo una mueca imperceptible. No era aquello lo que tenía en mente cuando le hizo su propuesta al productor. A Angel también se le hizo difícil asimilar la situación. Se tomó su tiempo para hacerlo. Miró Aki preguntándose qué pasaba por su cabeza. ¿De verdad estaba dispuesto a hacer todo ese paripé solo porque se habían dado un beso? No entendía nada. Pero le gustaba. La idea le había erizado la piel. De verdad quería hacerlo. Y eso que para él también implicaba trabajo extra...
—Yo sí —resolvió sacándose los pantaloncitos de entre las nalgas—. Me gusta la idea. Suena divertido.
—Vale, genial, pues empezamos como antes: primero Angel con Tanaka y después le damos entrada a Hayakawa. ¿Alguna duda?
—Si hablamos, ¿no se reconocerán nuestras voces? —preguntó Aki.
—Podemos añadir un efecto de distorsión después, no te preocupes por eso.
—¿Y el vestuario?
—Con los calzoncillos vas bien —respondió el productor.
—¿Entro en calzoncillos? No es muy creíble.
—Ay, Hayakawa, parece que nunca hubieras visto porno. Mira, si quieres entras en albornoz y te mojamos un poco el pelo para que parezca que vienes de la ducha. ¿Contento? Ah, pero entonces no puedes tener los calzoncillos debajo.
—Está bien —terció Aki.
—Vale, pues basta de charla, ¡a grabar!
Angel fue a sentarse en la cama mientras se preguntaba si Aki se quitaría la coleta. ¿Iban a besarse de nuevo? ¿Iba a pedirle que se la chupara en voz alta? Siguió pensando en esos detalles incluso cuando acabó debajo de Tanaka, con sus bocas revueltas. Tanaka lo manoseaba por encima de la ropa como si se le hubiera perdido algo en su cuerpo y tuviera prisa de encontrarlo, y él hacía el mínimo esfuerzo por intentar resistirse. Movía los pies como si pataleara y giraba la cara para apartar la boca. Una actuación pobre pero suficiente, porque Angel sabía poner una cara de víctima con la que convencía. Pero ya se estaba cansando.
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Out of touch
Fiksi PenggemarAki se ve obligado a realizar un trabajo vergonzoso y poco convencional, pero ese será el menor de sus problemas cuando descubra quién será su compañero...