๑ Siempre Serás Mio ๑

Ꮚ Capitulo 13: Aclaraciónes Ꮚ

🐚 ~ 🌿

Una lluvia se hizo presente durante el atardecer, Ao'nung estaba inquieto despues de su platica con Rotxo.
Queria salir y buscar a Neteyam para dejar las cosas claras entre ellos.
Su melodia se podia escuchar a lo lejos, no era tan perceptible pero tampoco pasaba desapercibida.

—¿Quien canta?— Pregunto moviendo sus orejas ante el minimo ruido tratando de percibirlo mejor

—Ni idea— Se hizo el tonto encogiendo sus hombros mirando hacia la salida.

—¿haras algo?— mostró un comportamiento algo curioso y dudoso

—Tal vez salga un momento— respondió con firmeza pero estaba molesto al no saber cómo irse

—¿Te puedo acompañar?— se puso frente a el, hablando y sonriendo con demasiado cariño tomando sus manos

—No, son asuntos del trabajo y esta lloviendo— hablo entre dientes con molestia por su actitud tan extraña

—Si tu te mojas, yo me mojo. seria muy romántico estar juntos bajo la lluvia no te parece— se avalanzo un poco poniendo sus brazos sobre sus hombros.

—Me parece mas romantico quedarnos aqui— quito sus brazos de encima suyo con enojo sin despegarle la mirada

—De acuerdo— acepto de inmediato con una sonrisa de satisfacción
—¿Quieres que te prepare algo?— pregunto mostrando su lado amoroso lleno de ironía.

—Estoy bien— Respondió con apatía regalándole una sonrisa muy forzada.

En la noche los chicos se encontraban en el hogar de Tsireya, bromeando y riendo entre ellos cuando Ao'nung se apareció de repente.
Provoco que todos lo mirarán con asombro, este se le había escapado a Meilek aprovechando que le había dado la espalda un momento.

—Podrían dejarnos a solas un momento— se levantaron, caminaron hacia la salida. Lo'ak paso por su lado sin despegarle la mirada.

Una mirada amenazante.

—Si ves a Meilek avísame— le advirtió entre susurros a Rotxo tomándolo de su brazo.

El asintió, saliendo y dejándolos solos, se sentaron en la maya mientras vigilaban.

—¿Que quieres Ao'nung?— Pregunto molesto poniendose de pie e intentando salir.
—Tu y yo no tenemos nada que hablar— prosiguio pero fue tomado por el otro de su brazo con fuerza.

—Por supuesto que sí, porque no me dijiste desde un principio lo que sucedió— le hablo en un tono muy molesto tratando de buscarle la mirada.

—Eso ya no importa y ya déjame en paz— le respondió de mala gana tratando de salir pero siendo sujetado por el otro nuevamente

—Si, si importa porque no me esperaste, como se te ocurrió la locura de irme a buscar, si me hubieras esperado nada de esto hubiera pasado iba a cumplir mi promesa estuve aquí esperándote— Explico alzando su voz  agobiado por todo.

—Mira— respiro profundo para contener su paciencia —Tu ya no estás hablando con el mismo imbécil de hace un año, con el imbécil que te creyó todo el cuento que era el único— grito tratando de dar por terminada la conversación y salir.

—Todavía lo eres— Dijo con impotencia sujetandolo de los brazos

—Sueltame— se arrebato a si mismo de su agarre  —Ya he pasado por mucho, porque no estás con tu esposa en vez de perder tu tiempo conmigo, ve y dile las mismas mentiras que me dijiste a mi— evito que su voz se quebrara, tratando de mostrarse firme