EXTRAÑA SENSACIÓN

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Durante la mañana Yibo acompañó a Xiao Zhan a su casa para que se cambiara de ropa. Por suerte Zhao Liyin no se encontraba allí y la ropa de Xiao Zhan estaba intacta. Su habitación seguía como antes y eso demostraba que Zhao Liyin no era capaz de quemarle sus pertenencias, tirárselas o romperlas.

—Vamos empaca todo, sin olvidar nada.

—¿Empacar? —Los vellos de Xiao Zhan se crisparon. Su cerebro más o menos sabía lo que Yibo diría, pero quería escucharlo de sus propios labios.

—Hablé con Frank y le conté todo. Te quedarás en mi casa hasta que los problemas se arreglen, Frank esta de acuerdo con esto y tú ¿no estás de acuerdo?

—¿Qué? ¡Sí! Sí estoy de acuerdo —Claro que sí estaba de acuerdo si eso significaba que dormirían juntos todas las noches y que estaría con él la mayoría del tiempo—. Pero tengo mucha ropa, Yibo —señaló su closet.

Yibo fue hasta ese lugar especial, abriéndolo y encontrándose con un montón de ganchos, incontables prendas de diversos colores y formas, desde cuero hasta ropa de algodón. Bajó la vista al piso y halló una montaña de cajas y zapatos que seguían sin estrenarse.

—¿Todo esto es tuyo? —Yibo señalo todo el lugar y Xiao Zhan asintió—. Es demasiado para una sola persona.

Xiao Zhan no supo cómo tomar ese comentario, pero lo hizo positivamente. Hablar sobre su gusto por la ropa era algo que tenía que aclararle a Yibo, dentro de todos los temas, ese era uno que no habían tocado a fondo.

—Lo sé, creo que la última vez compré mucho —rascó su cabeza para pensar en ese día tan memorable.

—¿Entonces te gusta ir de compras?

—Síp —contestó inmediatamente, entrando en su closet hasta situarse en medio de las telas —. Amo la ropa, tienes que saber eso, Yibo.

—Ahora lo sé.

—Y me gustan también los rollitos primavera y la pizza, mhmm —jadeó, saboreándose—. También las hamburguesas y la pasta. Y los animales, en especial los perros —soltó emocionado, recordando el rostro de Heinrich —. Amo pasear y que me mimen. También me gusta cómo se me ve el color negro y rojo —añadió, sumergiéndose en la ropa para sacar varios pantalones y unos crop tops.

—¿Y cabes en eso? —Yibo pregunto a la extraña prenda que había tomado Xiao Zhan.

—¡Por supuesto que sí, Yibo!

—Es muy...—sostuvo un crop color negras y pacientemente lo inspecciono— pequeño.

—Bueno, yo soy delgado, pero peso mucho.

—No pesas nada, Xiao Zhan, necesitas comer más —se sinceró, viendo que el más joven hacía un puchero.

—Oh, sí...por un momento había olvidado que me cargaste como un costal de papas ayer —dijo, sacando su maleta y metiendo varia ropa dentro—. Todo esto se siente muy extraño ¿verdad? Ya hablamos más y eso, también ya conoces mi guardarropa. Antes...ni siquiera me mirabas. Todo esto se siente extraño.

Yibo entornó los ojos, viendo atentamente la habitación de Xiao Zhan, terminando por ver al dueño. —Sí, es demasiado extraño, pero se siente bien estar contigo.

—Síp, también se siente muy bien estar contigo, porque haces que mi corazón se acelere y no me deje respirar. Maldito corazón chiflado —maldijo, observando esta vez a Yibo, que no le apartaba los ojos de encima —. ¿Quieres sentir cómo mi corazón se acelera? —Cuestionó seguro, ya sin pena alguna. No tenían por qué darle vergüenza las reacciones de su cuerpo, de hecho, quería ser lo más sincero posible con Yibo.

My Stepmother's Boyfriend ➳♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora