Capitulo 5 : Estúpido

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Tres años:
Lucerys, el niño perdido, finalmente comprendió que nunca más volvería a ver a su madre. Aunque en su corazón anhelaba volver a abrazarla y sentir el amor maternal, la realidad implacable le mostraba que ese reencuentro era imposible. Luchó con todas sus fuerzas contra esa desgarradora verdad, pero aceptarla fue el primer paso hacia su sanación. Poco a poco, Lucerys comenzó a aceptar a Aemond.
Encontrando consuelo en el recuerdo de los momentos compartidos con su madre y en su determinación de honrar su memoria. Sabía que la ausencia de su madre sería una herida que siempre llevaría consigo, pero también entendió que era necesario seguir adelante con valentía y esperanza, sabiendo que su madre siempre viviría en su corazón.

Pero ahora el había dejado de ser el dulce niño de Rhaenyra, en su cumpleaños número trece el celo de Lucerys había llegado,el demostró ser un omega y,le rogó a Aemond supresores,pero el se negó rotundamente para engarce del asunto,
pero en lugar de sentir miedo, había algo más en su mirada. Una conexión magnética y ardiente los unía, atrayéndolos cada vez más el uno al otro. Sin importar las circunstancias, ambos se entregaron a la pasión desenfrenada, olvidándose del mundo que los rodeaba. Cada beso, cada caricia, era una muestra de la intensa atracción que sentían el uno por el otro. Aquella noche se convirtió en un recuerdo inolvidable, en un instante irrepetible en el que sus cuerpos se fundieron en uno solo, dejando atrás todos los temores y las barreras que los separaban. Era un diálogo de piel y deseo que solo ellos podían comprender, un encuentro clandestino que marcaría sus destinos para siempre.

Sin embargo,Lucerys se sentía abrumado por un sentimiento de culpa después de haberse acostado con Aemond, su secuestrador. Aunque se había visto forzado a estar en esa situación, no podía evitar sentir que había traicionado su integridad y los valores que siempre había defendido. Cada vez que recordaba aquellos momentos de intimidad, su mente se llenaba de remordimiento y autodesprecio. La sensación de ser prisionero de su propio consentimiento le hacía estremecerse, y deseaba poder retroceder en el tiempo para evitar caer en la trampa de Aemond. La culpa se aferraba a su espíritu como una sombra que lo perseguía constantemente, recordándole el acto que consideraba inmoral y despreciable. Por más que intentara justificar sus acciones alegando las circunstancias extremas en las que se encontraba, la culpa siempre se imponía, recordándole que había cedido ante el enemigo que lo había secuestrado y sometido a su voluntad.

En las mañanas se miraba al espejo para repetirse las mismas palabras,<Eres un sucio Lucerys velaryon> ese día incluso intento romper su uniforme de la escuela,
Lucerys sentía que sabía que el pequeño luke lo juzgaba.

Pero un día los pensamientos de Lucerys cambiaron,su madre habló por la radio pidiendo información sobre el,Rhaenyra aseguró que no perdía esperanzas de encontrarlo y que jamás se rendiría. Las palabras de Rhaenyra conmovieron a Lucerys y
sabía que debía idear un plan ingenioso si quería tener alguna posibilidad de salir de allí con vida,aunque Aemond sería incapaz de matarlo,después de horas de pensar y analizar todas las posibilidades, finalmente se le ocurrió una idea brillante.

Unos días atrás Aemond rompió el espejo del lavabo debido a que Lucerys pregunto por su familia,<yo soy tu única familia> en aquel momento Aemond no presto atención cuando su sobrio escondió un trozo de vidrio,no paso mucho tiempo para que Aemond colocará otro espejo.

La idea de Lucerys era esperar a que Aemond bajara al sótano y, en ese momento, hacer creer que la tubería se había roto. Con la esperanza de que Aemond se distraiga con la fuga de agua, Lucerys planeaba atacarlo sorpresivamente con un pedazo de vidrio, provocando su incapacitación temporal.

Tras oír el ruido característico de la puerta del sótano abrirse, Lucerys apretó con fuerza el pedazo de vidrio que había logrado encontrar anteriormente. Los latidos de su corazón se aceleraron mientras ponía todo su enfoque en el sonido que provenía de la habitación que se encontraba justo debajo de él.

3096 días [Lucemond]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora