capitulo 4: Te amo

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"No me esperes esta noche", Aemond se miró en el espejo mientras ajustaba su traje, se roció colonia en el cuello y luego acomodó su corbata perfectamente.

"A dónde irás, Aemond?", Alys apartó su libro, se levantó de la cama y rodeó a Aemond con sus delgados brazos.

En ocasiones, Alicent organizaba fiestas para reunir a la familia, y ella insistió en que Aemond se presentara. Francamente, a él no le agradaba visitar la casa de sus padres, ya que Viserys prestaba su atención a Rhaenyra. Sin embargo, en esa ocasión Aemond haría una excepción debido a que se trataba del cumpleaños de su madre. Pero un verdadero problema se presentó para Aemond, ya que su querida novia Alys se vistió para asistir y ella no daría marcha atrás.

Alys Ríos era una bella mujer con una inteligencia que cautivó a Aemond. Se conocieron en una exhibición de arte antiguo y desde el primer momento hubo una gran atracción. Aproximadamente un año más tarde, comenzaron a vivir juntos. Aemond no tenía dudas sobre el amor que sentía por ella. Mantuvieron una larga relación de tres años y, sin embargo, Alys tenía cuarenta y tres años, una gran diferencia de edad con Aemond.

El Targaryen mantenía oculta la relación de su familia, especialmente de su madre, ya que ella no vería con buenos ojos la gran diferencia de edad. "Estar con una persona mayor no es recomendable", solía decir Alicent en privado cuando hablaba con sus hijos sobre lo horrible que fue casarse con un hombre mayor que ella y, sobre todo, con una hija tan difícil como Rhaenyra.

Alys enredó su brazo en el de Aemond y rogó a los dioses para que su madre no hiciera preguntas incómodas sobre ella. A pasos lentos ingresaron a la casa y la respiración de Aemond se detuvo al ver a su madre, Alicent, un poco confundida, saludar a su hijo e ignorar a Alys.

"Te esperé por una hora, Aemond", Alicent se llevó a su hijo a la gran mesa donde se encontraban sus hermanos y su odiosa media hermana Rhaenyra con sus hijos. "¿Quién es esa mujer tan extraña?", ubicó a Aemond en la mesa y al lado había una silla vacía.

"Madre, no debiste haber dejado a mi acompañante sola", el corazón de Aemond se aceleró al contemplar a Alys tomar el hombro de su madre.

"Un placer conocerte, Alicent", dijo Alys sonriendo y besando la mejilla de Alicent.

"El sentimiento es mutuo", Alicent respondió un poco confundida, con una sonrisa fingida invitó a Alys a sentarse junto con Aemond.

"¡Hora de cenar!" gritó Viserys, llamando la atención de todos los presentes en la mesa. En ese momento, la presencia de Alys era evidente para la familia y creaba una cierta incomodidad. Aemond, por su parte, acarició discretamente la mano de Alys por debajo de la mesa, pero ella lo golpeó con molestia, negándose a recibir el toque de un hombre que ocultaba su relación. Aemond desvió la mirada hacia Rhaenyra, buscando distracción.

"Lucerys" Rhaenyra recibió entre sus brazos a un pequeño llenándolo de besos en todo su rostro mientras él reía. Aemond, quien normalmente no prestaba mucha atención a sus sobrinos, observó desde lejos esta escena con una mirada brillante, cautivado por la ternura de su sobrino. De repente, un calor repentino invadió el pecho de Aemond, sus mejillas se sonrojaron peligrosamente y su respiración se aceleró. ¿Acaso le gustaba ese niño? Aemond negó varias veces, rechazando esa idea que parecía absurda, especialmente considerando que Luke era hijo de Rhaenyra.

En medio de la cena, Lucery pidió permiso para ir al baño mientras bebía agua de forma distraída. Rhaenyra, con ternura, tomó las mejillas de Luke y las apretó ligeramente. Lucerys, juguetón como siempre, se fue saltando hacia el baño, provocando una risita involuntaria en Aemond. Sin pensarlo, Aemond comenzó a perseguir a su sobrino, y de forma inesperada, Luke se dirigió a la cocina, donde se encontraba el pastel de Alicent. Con una agilidad sorprendente, Lucerys pasó un dedo por la crema del pastel y lo saboreó.

3096 días [Lucemond]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora