3096 días [Lucemond]

Capitulo especial: El primer beso de Lucerys

Estoy sin ideas para continuar con la historia, aunque sí tengo el borrador del nuevo capítulo pero no me convence. Por eso decidí subir este especial en el que Lucerys es un niño. Perdón si es un capítulo aburrido.

Tengo un par de anuncios sobre lo que pasará con la historia, son pequeños adelantos.

- Alicent pagará por ocultar la verdad del secuestro de Lucerys y ella pagará con lo que más ama.
- Rhaenyra y Aegon tendrán un acercamiento ;) que es importante.

Tengo planeado una fanfic centrada en Alicent y Rhaenyra porque ambas tienen una historia ;)
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Día 200;
Lucerys observaba con curiosidad la espuma en sus pequeñas manos. Tenía una sonrisa traviesa mientras sumergía su juguete en el agua, dejando que las burbujas flotaran libremente. Por un momento, cerró los ojos e imaginó que su abuelo Corlys, el gran aventurero de los siete mares, estaba buscándolo incansablemente.

En ese instante, el niño olvidó por un momento que estaba secuestrado y comenzó a salpicar el agua por todos lados, mojando su ropa y riendo a carcajadas. Su risa llenó la habitación y trajo un poco de alegría a su corazón, como un rayo de luz en medio de la oscuridad.

De repente, la puerta se abrió bruscamente. Era su secuestrador, Aemond, sosteniendo un plato en sus manos. Aemond abrió los ojos sorprendido al ver el agua regada por el suelo y a Lucerys completamente empapado. Sin decir palabra, el temible Aemond caminó hacia él, con una mezcla de enfado y preocupación en su rostro.

Lucerys, aterrorizado, buscó desesperadamente un escondite y encontró refugio detrás de un escritorio. Desde allí, observaba con miedo cómo Aemond se acercaba, como un torbellino de ira contenida.

"¡¿Qué mierda está pasando aquí?!" exclamó Aemond, con el ceño fruncido y claramente molesto. Tomó con fuerza el antebrazo de Lucerys y lo obligó a presenciar el desastre que había causado.

El pequeño Lucerys, con la voz baja y las mejillas sonrojadas de vergüenza, murmuró: "Estaba jugando... perdóname, tío".

"¡¿Qué diablos está sucediendo aquí?!" exclamó Aemond, con el ceño fruncido y claramente molesto. Agarró fuertemente el antebrazo de Lucerys y lo obligó a presenciar el desastre que había causado.

El pequeño Lucerys, con la voz baja y las mejillas sonrojadas de vergüenza, murmuró: "Estaba jugando... perdóname, tío".

"¡Por supuesto, jugando tranquilamente mientras ensucias todo! ¿Acaso eres un cerdo?" gritó Aemond mientras se sentaba en una silla y propinaba un golpe en el trasero de Lucerys.

Aemond detuvo sus golpes y bajó a Lucerys. Por instinto, el niño limpió el suelo con su playera mientras sollozaba y lloraba. Aemond encendió un cigarrillo para calmarse y depositó las cenizas en una tapa de soda. Estaba concentrado en Lucerys hasta que notó un dibujo en el escritorio: era él junto con Lucerys en el sótano, y Lucerys lo había dibujado como un dragón malvado.

"Lucerys,deja eso y siéntate para que puedas cenar" ordeno Aemond intentó calmar el ambiente con su sobrino,Lucerys se levantó del suelo felizmente y se acercó hasta el plato.
"Antes debes hacer algo" dijo Aemond al ver las sucias mano de Lucerys,el pequeño se lavo las manos rápidamente y se acercó para cenar.

"Es delicioso", susurró Lucerys mientras saboreaba la comida y volvía a devorarla. Aemond acarició sus suaves ondas, aunque Lucerys se removió incómodo. Su tío disfrutaba tocar su cabello.

"Lucerys, yo no soy malvado. Solo quiero que seas un chico bueno", aclaró Aemond mientras se acercaba aún más a Lucerys, entrelazando sus dedos en la oscura cabellera de su sobrino. "Lucerys, eres todo para mí".