Maila Pavés es la hija de un empresario que cae en banca rota por lo cual busca casar a su hija con un el mafioso más temido Tomas Martini para que a cambio no perder su dinero. Lo cual pone muy triste a su hija ya que no se quería casar con alguie...
Me desperté con la alarma que había puesto, me fui a bañar, me cambie de ropa y empecé a hacer mi maleta, eche ropa, zapatos y mi computadora, cuando estaba lista baje a tomar desayuno.
Cuando llegue al comedor me encontré con mi papá y a Marta, me senté al lado de mi papá y Marta me sirvió el desayuno.
-Gracias Marta- le dije.
-De nada.
-Ya tienes tus cosas listas- me dijo mi papá serio.
-Si ya estoy lista- dije un poco triste- papá por qué haces esto? de verdad creí que te importaba.
-Nunca lo hiciste, nisiquiera se como tu madre se enamoro de mi, pero como era bonita y de buena familia me case con ella y bueno luego te tuvimos a ti- dijo sin ningún sentimiento.
-Osea que nunca la amaste?- pregunte ya con los ojos húmedos, eso quiere decir que ami papá nunca le importamos, ya nisiquiera lo puedo llamar papá.
-A tu madre en algún momento llegue a amarla pero cuando empecé la empresa era lo único en lo que quería concentrarme- dijo y en eso sonó el timbre- levante debe ser el, baja tus maletas.
Me levante, subí a mi habitación y pensé en que el nunca me quiso o aprecio solo era una persona más para el, menos mal no voy a volver a vivir con el.
Cuando llegue abajo con las maletas estaba el con un pantalón negro y una camisa blanca aremangada y sin corbata.
-Hola- le dije.
-Hola, estas lista?- pregunto serio y con su voz que me derretía.
-Si, vamos, adiós señor- le dije al señor que hacía llamar papá, se que el medio una casa donde vivir pero nunca me dio cariño.
-Adiós.
Llegamos a un muy lindo auto y que por lo visto debe ser muy caro pero bueno era un mafioso que me esperaba.
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El cojio las maletas y las puso en el maletero.
-Sube- dijo y yo me monte en el lujosos auto- dame tu teléfono- dijo y yonlo quede mirando.
- que? Porque?
- es por seguridad así que o me lo das o te lo quito- advirtió.
- esta bien- dije pasandole el teléfono.
Y hací emprendimos camino, pasaron una hora, su casa estaba bastante alejada de la mía, lo que era bueno, su casa al parecer estaba mas cercana a la ciudad, no tan cerca pero no tan lejos. Cuando estuvimos más cerca quede con la boca abierta, era un casa tres veces más grande que la mía, se veía super lujosa y elegante.
Por delante:
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