CAPÍTULO TREINTA Y CUATRO.
HOJAS.
La sala se encontraba en completo silencio. Lo único que se podía sentir en ese frío lugar, era el estrés palpable de los presentes. La ausencia del característico coordinado pitido de aquél monitor estaba llevando a la histeria a más de uno. Oír el constante sonido repetitivo lineal solo significaba una cosa: Problemas.
Actuaron tan rápido como sus conocimientos lo permitieron, pero simplemente algo estaba fallando. Aún así, no habían pasado más de tres minutos, pero ellos sabían que ese temporizador en específico, corría a velocidad aumentada.
—Prepárense para la siguiente descarga.
La enfermera jefe se movió hacia la máquina a la espera de la orden para continuar. Como el protocolo lo indica, debían detenerse para realizar RCP y ya estaban finalizándolo.
Antes de que el aparato metálico tocara el pecho de la persona que yacía en la camilla, el monitor cardiaco reaccionó, indicando que si bien la situación no era perfecta, sus conocimientos y quizá Dios, les había brindado una nueva oportunidad.
Se pudo oír al unísono como todos soltaron el aire que llevaban reteniendo desde algunos segundos atrás.
—Mierda —rio ligeramente Chanyeol—. No me sentía tan nervioso desde que te propuse matrimonio —dijo mirando al hombre sentado a su lado.
Baekhyun asintió mientras se mordía el labio inferior. —No puedo creer que esté temblando —negó mientras observaba sus manos—. Ni siquiera Broadway provocó esto en mí.
Leben se subió sobre la camilla y se acostó en el abdomen del hombre inconsciente, ya totalmente familiarizada con él.
—Oh no, mi niña —se apresuró Chanyeol a cargarla—. Cuida tus patitas, quítate de ahí.
Suho negó mientras tomaba agua antes de desplomarse sobre la silla. —Creo que ya llegó el momento de sacarlo de aquí.
Taeyeon asintió. —Una sobredosis más, incluso del medicamento más inofensivo y estaremos todos en graves problemas.
Suho asintió, dándole la razón. —También Luhan ha estado muy insistente con el tema del hermano, lo mejor es apresurarnos.
Chanyeol se acercó para revisarlo.
Los dientes estaban en orden, habían hecho una ortodoncia bastante perfecta, al igual que las uñas, que luego de un buen descanso habían crecido con ligera normalidad. No parecía tampoco haber ninguna cicatriz que pudiera alertarse como un signo de tortura. Sí estaba quizá ligeramente más delgado, pero no demacrado, como si no le hubieran dado alimentación alguno y solo lo hubieran mantenido a base de suero y licuados —aunque así fue—. Su paciente había sanado correctamente. ¡Enhorabuena por los doctores!.
—Creo que sí, de todas formas, asegúrate que sea el Dr Kim Jong In el encargado de recibirlo —comentó Taeyong—. Estuve hablando un poco con mi esposo sobre el tema de desapariciones y eso, tenemos en contra que Luhan es abogado y encima es un tiburón en lo penal, por lo cual es complicado pensar que él no tratará de abrir una investigación por desaparición forzada y privación de la libertad —se sentó mientras retiraba sus guantes—. Sin embargo, para eso en realidad necesitan cámaras, principalmente y su testimonio...
Todos los presentes giraron a mirar a Heechul, quien permanecía inmóvil en la camilla. Aunque ahora con signos vitales, no como algunos minutos atrás.
—El tema de que él evidentemente no puede testificar, pues —se encogió de hombros—. Nos va perfecto, sin embargo, vamos, sabemos que Luhan no se rendirá hasta saber qué pasó.
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Otoño. Vuelve a mí [Nomin] [Invierno].
RomanceAlguien con una sonrisa gentil y ojitos de media luna, nació en primavera, con el fin de marchitarse. Pero su hilo lo conectó con alguien más. Ese alguien de sonrisa amplia y ojos que brillaban como estrellas, nació en otoño, con el propósito de f...