¿Un café?

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— Tengo que irme —mencionó la chica rubia antes de que acabara aquel partido.

— ¿Que? ¿Ahora? —pregunté un poco frustrada observando como se ponía de pie.

— Si lo se, es que prometí ir a visitar a Miles esta noche —mi amiga hizo una sonrisa forzada.

— Asi que... Miles, ¿eh? —murmuré un poco burlona.

— Es... para una tarea que tenemos juntos —alcé la ceja.

— Bueno, ya vete, tu chico te espera.

— No es... Sabes que, me voy —estaba molesta pero sabía que era en forma de juego.

Bufé con una sonrisa en mi rostro, mientras permanecía sentada viendo el partido de fútbol americano que estaba enfrente mío, de vez en cuando sacaba mi celular ya que me aburría esperar hasta que terminara. Escuchaba el bullicio de toda la gente encima mío, era realmente molesto.

Una vez terminado el partido, el equipo de Harry ganó aquella competición. Me acerqué con mi sudadera entre las manos, hasta donde estaba aquel círculo de gente rodeando al equipo y observando como alzaban a Harry celebrando la victoria.

— Amor, ganamos! —me acercó a mi abrazándome por los hombros.

— Lo vi. Felicidades, cariño —mencioné fingiendo emoción con una sonrisa forzada.

— Iremos a celebrar al bar, ¿quieres venir?

— Aamm, no. Tengo que ir a hacer tarea —respondí de mala gana.

— Anímate mi amor, solo será un rato —trató de convencerme. Suspiré profundamente antes de responder.

— Esta bien, solo un rato —una sonrisa forzosa se hizo presente en mis labios.

Acompañé a Harry a aquel bar, rodeado de sus demás amigos. Realmente este no era el ambiente para mi y aunque tratara de hacer un esfuerzo por acoplarme a este mundo, sentía incomodidad.
Estaba en una de las mesas, junto a Harry y al rededor estaban todos los amigos de él, junto con otras chicas más altas y mas finas que yo.

— Harry, ya tengo que irme —murmuré en su odio ya que el bullicio de gente no dejaba escuchar.

— ¿Que? Pero amor, la celebración acaba de comenzar. ¿No quieres una cerveza para animarte? —me pasó una lata de cerveza ya abierta y yo negué.

— No. Sabes que a mi no me agradan estas celebraciones.

— Mmm... bueno, tu te lo pierdes —dijo y su atención volvió a aquella celebración. Era un completo imbécil.

Traté de caminar en aquel lugar en medio de toda la gente hasta que llegué a la salida. Suspiré de alivio y decepción, me coloqué mi abrigo ya que afuera hacía frio que podía congelar hasta mis huesos. Fue una mala idea traer un vestido corto.

Caminé por la acera de la ciudad, tratando de llegar hasta la residencia de facultad donde vivía con Gwen, temblando un poco de frio. Saqué mi celular del bolsillo de aquella sudadera mientras veía la hora, eran las 7:20 pm. Mientras iba caminando, desbloqueé el celular y revisé los chats, estaba a punto de escribirle a Hobie cuando choqué contra alguien.

— Oye, fíjate por donde caminas, idio... —me detuve al levantar la vista, viendo al hombre de todos mis sueños— Profesor O'hara...

— Ah, señorita Smith, qué sorpresa encontrarnos aquí —dijo con un tono fingido de indiferencia, aunque sus ojos revelaban un destello de interés.— Lamento el choque, fue un descuido de mi parte. 

𝐏𝐑𝐎𝐅𝐄𝐒𝐎𝐑 // 𝐌𝐈𝐆𝐔𝐄𝐋 𝐎'𝐇𝐀𝐑𝐀 +𝟏𝟖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora