𝐏𝐑𝐎𝐅𝐄𝐒𝐎𝐑 // 𝐌𝐈𝐆𝐔𝐄𝐋 𝐎'𝐇𝐀𝐑𝐀 +𝟏𝟖

Día especial

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1 semana después

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Aquella clase de Bioquímica había dado fin, todos los alumnos se preparaban para salir del salón mientras yo me quedaba con Gwen y Hobie platicando y guardando mis libretas en la mochila. 

— Señorita Smith, necesito hablar con usted un momento —Miguel habló cuando yo llegaba casi a la puerta con los dos chicos adelante.

— Vamos a la cafetería a comer algo, ¿te esperamos? —cuestionó Gwen y desvié mi mirada a ella, negando con la cabeza.

— No. Ustedes adelántense, llegaré en un rato —sonreí y ellos asintieron, saliendo completamente del aula.

Me acerqué al profesor quien llevaba sus gafas atractivas con pasos lentos mientras ambos nos mirábamos con una pequeña sonrisa.

— Señorita Smith. —murmuró mientras sus ojos permanecían entrecerrados y me acercaba hasta su escritorio.

— Profesor O'hara. —incliné mi rostro hacia adelante, llegando a su altura, besé sus labios de forma suave y corta— ¿Pasó algo?

— Si, de hecho... —se quitó las gafas y las guardo en su estuche mientras escuchaba atentamente— Dile a tus amigos que no irás a almorzar con ellos.

— ¿Que? —fruncí el ceño, cruzándome de brazos— Pero, ¿por que?

— Por que, tu y yo, iremos a almorzar a un restaurante —esbozó una pequeña sonrisa y crucé mis brazos apoyándome en el escritorio.

— ¿Ah si? ¿Quiere escaparse de la universidad y llevarme con usted, profesor? —reí levemente mientras él tomaba mi mano— Usted es rebelde profesor.

— Tal vez soy un poco rebelde, preciosa, pero tú tienes ese efecto en mí —besó los nudillos de mis manos— Y eso te gusta... —su voz era ronca, causándome un cosquilleo en mi espalda.

— Miguel, deja de ponerme nerviosa —desvié mi mirada de forma juguetona y él rio por mi reacción, mientras me miraba esperando ansioso por mi respuesta— Okey esta bien, le avisaré a los chicos y te esperaré en el estacionamiento.

— Eso quería escuchar —tomé mi mochila nuevamente, colocando una manga en mi hombro. Miguel sonríe con complicidad ante mi respuesta mientras me observa.

— Entonces, te espero abajo —mencioné y me despedí con un beso corto.

Miguel asiente viendo como salgo de aquella aula y se queda solo, arreglando sus cosas en su maletín, dándome tiempo para alejarme. 

Mientras caminas por los pasillos de la universidad, sacas tu móvil y buscas el chat de Gwen y le escribes un mensaje. Gwen escucha el sonido de notificación de su celular, lo saca y observa una notificación tuya. Abre el chat y lee tus mensajes.

— Uh, que extraño —habló en voz alta.

— ¿Paso algo? —preguntó Hobie, quien estaba inclinado en el respaldo de su silla, estirando sus piernas relajado.

— ____, no vendrá a almorzar —bloqueó el celular y lo dejó a un lado de su mesa.

— ¿ Y te dijo por que? —el tono de voz del moreno se volvió mas tenso.