𝐏𝐑𝐎𝐅𝐄𝐒𝐎𝐑 // 𝐌𝐈𝐆𝐔𝐄𝐋 𝐎'𝐇𝐀𝐑𝐀 +𝟏𝟖

¿Qué somos?

Advertencia!! Este capítulo contiene contenido +18 y lenguaje explícito.

Los besos se intensifican y siento cómo la excitación se apodera de mi cuerpo. Miguel desliza sus manos bajo mi ropa, acariciando suavemente mi piel, haciéndome estremecer de placer. Lentamente, comienza a desabrochar los botones de la blusa, dejando al descubierto mi pecho, que ansía ser acariciado por sus labios. 

— Miguel... —antes de continuar, me detuve por un momento.

Al notar la pausa, Miguel se aparta ligeramente de mi y mira fijamente mis ojos, esperando mis palabras. Su mirada es llena de deseo y amor, mientras apoya su mano suavemente en mi mejilla.

— Dime, preciosa —la palma de mi mano, acarició su mejilla mientras lo miraba fijamente a los ojos.

— He terminado con Harry... —hablé y sonreí de lado. Los ojos de Miguel brillan con alegría al escuchar esas palabras. Sostiene mi mano contra su mejilla, sintiendo la suavidad de su piel.

— Oh hermosa, sabes que siempre he esperado este momento. Te admiro por tomar esa decisión y terminar esa relación que te mantenía atrapada en la duda. Solo deseo estar contigo y hacerte feliz —susurra mientras roza sus labios contra los míos, en un beso lleno de pasión y cariño.

— Tambien deseo estar contigo... —murmuré en sus labios y Miguel volvió a besarme con intensidad, sus manos recorrían la piel desnuda de mi abdomen.

El deseo se intensifica entre los dos, cada beso se vuelve más apasionado. Miguel desliza sus manos por mi abdomen desnudo, acariciando la delicada piel mientras su lengua se entrelaza con la mía en un baile erótico.

— ¿Estás lista para ser mía, completamente mía? —susurra entre besos, su voz llena de anhelo y pasión.

— Completamente tuya, Miguel... —murmuré. 

La habitación se llena de una atmósfera cargada de deseo mientras me deshago de la blusa y de mi sostén que cubría mis pechos, dejando al descubierto mi cuerpo. Miguel, sin poder contenerse, continúa acariciando mis muslos debajo de la tela de la falda, sintiendo la suavidad de mi piel.

— Eres la perfección hecha mujer, mi amor. Cada centímetro de ti me enloquece —Miguel desliza sus manos por mi abdomen, desabrochando suavemente la falda y dejándola caer al suelo junto a mis bragas— Quiero amarte con la pasión más ardiente y hacer que te corras conmigo, una y otra vez.

— Dios... —gemía levemente al escuchar sus palabras, mientras él seguía acariciando mi cuerpo, mis manos fueron al cinturón de su pantalón, desabrochándolo y bajando el ruedo del pantalón, sacando su polla de su ropa y empezando a tocarlo.

Siento cómo la anticipación recorre mi cuerpo mientras continúo explorando a Miguel. Una sonrisa traviesa se dibuja en su rostro cuando siente mis manos sobre su miembro, respondiendo a mis caricias con un creciente deseo.

— Ah, preciosa... Tocas mi ser más profundo, me haces perder el control —Miguel susurra mientras te acaricia el rostro. Mis ojos siguen fijos en los suyos, mientras mi mano sube y baja de su miembro, viendo sus expresiones 

— ¿Le gusta esto, profesor? ¿Mmh...? —susurraba cerca de sus labios con una sonrisa y el tono de voz indicando lujuria total.

Los ojos de Miguel se entrecierran de placer al sentir mi mano acariciándolo y escuchando mis provocadoras palabras. Su respiración se vuelve más profunda y su voz se mezcla con un gemido de satisfacción.

— Oh, sí, mi querida alumna... Me encanta. Eres una diosa que con cada roce enciendes todo de mi —Miguel responde, dejando escapar susurros entrecortados mientras te acaricia el cuerpo con devoción.