Prologo

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Era de mañana en la isla shikoku, amaneció fresco y húmedo por los vientos fuertes y la marea, las olas eran sólidas y se rompían a la orilla para crear espuma de mar en la orilla de la playa, se encontraba vacía pues aún era muy de madrugada las únicas personas que pasaban por ahí eran simples transeúntes haciendo ejercicio. El único lugar lleno de gente era el puerto donde los barcos de pesca y mercaderes empezaban a llegar, muchas personas pasantes se acercaban a ver lo que sucedía en cuando la sirena de la ambulancia se acercó al puerto.

Un gran barco que había llegado al puerto abrió sus grandes puertas y tan pronto como estas se abrieron un chico bajo con una niña en brazos, una niña de aproximadamente 4 o 5 años de edad quien yacía inconsciente en los brazos del mercader. Un paramédico le ayudo a acostar a la niña en la camilla para luego subirla a la ambulancia, el chico le pidió amablemente al mercader que si podía acompañarlos hasta el hospital y hablar con el doctor de como conoció y que le paso a la infanta, este acepto así subió a la ambulancia.

Al llegar al hospital la llevaron a sala de urgencias pues en el cardiograma mostraba un ritmo cardiaco elevado, una enfermera se acercó al mercader y le llevo con el doctor que atendería a la niña en cuando todo estuviera listo.

—Buenos días —dijo con la voz gruesa el doctor, apariencia joven no era nuevo en la línea de doctores, pero tampoco tenía muchos años trabajando ahí —me podría dar información de la infanta.

—Bueno, aunque yo quisiera decirle mucho no podría pues no conozco a la niña, pero antes de desmayarse me dijo que se llama mahoro, y que su madre no sabe dónde está. Dijo que no quiso escapar de su madre pero que este no quiso escapar con ella por su hermanito bebe. Es todo lo que se o lo que logro decirme antes de caer inconsciente.

—¿Como llego al barco? —el hombre al frente se encogió de hombros, nadie en la embarcación la había subido o habían visto que había entrado pues si la hubieran visto no le hubieran permitido quedarse en la embarcación. Una enfermera se acercó al doctor para informarle que la niña estaba lista para la revisión.

El mercader se retiró del hospital pues no es familiar de la paciente, los doctores entraban y salían del lugar hasta que una chica que estaba encargada de escribir el caso en la libreta, una enfermera más joven que el doctor que atiende a la niña. Esta le pregunto que como estaba la niña cuando llego.

—hipertensión nivel 1, estaba en 117 y 79. Pero ya logramos estabilizarla la cambiaran de cuarto pronto —hablo el doctor de cabellos cenizos, la chica castaña escribió eso en pedazo de papel que traía en las manos pues estaban tan llenos que no le dio tiempo de buscar más papeles antes de que terminasen con la paciente.

—He, se me olvidaba, como la niña no tiene a nadie cerca te la encargaron hasta que se recupere y pueda ser enviada a una casa-hogar —la chica en cuando termino de dar cuya información se retiró de manera suave para que el chico no le gritara, en cuando tuvo una distancia segura volvió a hablar —bueno, ten lindo día katsuki san! —termino de decir para luego retirarse a llenar el reporte de la infanta, el alfa salió de su trance y se dirigió a la oficina del director del hospital.

Toco la puerta con tranquilidad y pronto la voz tranquila de su superior sonó para darle el pase a entrar.

—oh, bakugou, que necesitas? —musito el mayor al chico que acababa de entrar por esa puerta de madera, quien tenía cara de que quería matarlo.

—no puedo hacerme cargo de la mocosa, mahoro —hablo el alfa de carácter de la chingada, el omega mayor le miro con aburrimiento, sabía que el chico aceptaría, pero no tan fácil tenía que jugar con su punto débil, jugar con su orgullo.

—Bueno si no quieres le daré el trabajo a tsuyu, creo que ella podrá hacer mejor trabajo que tú. Permíteme un segundo y le inf...

—no! Está bien yo lo are...

—Bien, si eso es todo lo que querías hablar conmigo puedes retirarte —el alfa salió de la oficina y se tallo la sien por la estupidez que acababa de cometer, acepto sin querer porque nadie es mejor que el, mucho menos la estúpida de tsuyu, quien se autoproclamo su amiga. Aunque la chica alfa no le cae mal, pero aun así no puede parecer inferir a ella.

Regreso al cuarto donde habían ya cambiado a la niña y entro encontrándose con la pequeña niña acostada tranquilamente en la cama, pacíficamente dormida. Reviso el cardiograma y todo lo que se puede checar para luego salir del cuarto.

Las horas pasaron lentamente entre chequeos a otras personas y una que otro problema con la familia del paciente, pero nada fuera de lo normal. El chico había bajado la cafetería para poder pasar su descanso un poco relajado, allí la chica de cabellos beige que era medico en otra área diferente a la suya se sentó en la misma mesa que él.

—me dijeron que te encargaron a una niña, ¿por qué? —la chica era de intercambio por lo que sabía muy poco del hospital y pues estaría menos de un año en la instalación pues tendría que regresar a su instalación en Tokio.

—Cuando llega un niño huérfano, se le tiene que poner a un médico o enfermera para que sea su compañía durante el trayecto de sanación, son niños por lo que suelen tener mucho miedo cuando están solos, sin nadie que les ayude. Es una ayuda para ellos el que se sientan protegidos por alguien mayor —al termino de dicha frase miro el reloj en la pared de la cafetería, tenía que regresar al trabajo.

Despidió de la chica y regresó al trabajo, Después de Un trayecto largo de cuidados a pacientes con enfermedades crónicas Terminó su día, Antes de retirarse a su casa, pasó a visitar a la pequeña infanta. Esta se notaba bastante bien, mucho mejor de lo que estaba cuando había llegado, aun dormía por lo que solo se retiró a su casa sin hacer ninguna clase de ruido para que la niña no se despertara de su sueño profundo.

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reescribiendo esta historia, de diferente manera pero con el mismo contexto. cap, mas cortos, y con mas caps.

doctor and familyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora