capitulo 5

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Era de mañana no pasaban de medio día, katsuki estaba bastante tranquilo al no tener a la niña corriendo a su alrededor, no era molesto para el tener a la niña cerca, sino que algunas personas le molestaba un poco el hecho de que la niña fuera de aquí para allá riendo, aunque a algunos ancianos le agradaba mucho escucharla reír y jugar, y algunas veces pasaba un rato con dichos ancianos para alegrarles el día.

El alfa había ido al cuarto de una de sus pacientes ancianas y cuando entro estaba su nieto allí, un omega de su edad que solía irla a ver en ocasiones cuando su trabajo se lo permitía, la anciana saludo cortes como siempre, pero lo primero que esta dio en cuanta fue la falta de la pequeña.

—tu hijita no vino hoy? —el omega se sorprendió por ello.

—no señora, hoy se quedó en casa con ochaco —el omega se sorprendió por ello, pero aun así respiro tranquilo, el omega le hizo una revisión rápida a la mujer y luego salió del cuarto para que un poco después el nieto de la anciana.

—no sabía que tenías una hija —hablo el chico a su espalda con un tono dulce, el alfa lo miro y le dio el paso para que caminara a su lado.

—no la tenía, es una niña que vino aquí sin papeles ni nada. Aizawa me dijo que la cuidará durante un tiempo, para que la niña tuviera papeles la debo adoptar, eso será el jueves, pero ya la conocen como mi hija —ambos llegaron hasta la recepción.

Pronto un fuerte grito sonó desde afuera, varios doctores y enfermeras salieron rápidamente, el alfa entrego el informe y salió a la puerta principal pero pronto el empuje de la alfa peli negra lo detuvo, esta parecía agitada ella era solo 2cm más chaparra que katsuki, pero parecía más pequeña y débil de lo que realmente era.

—momo? —hablo el chico intentando tomar el mentón de la chica, cuando logro ver el rostro de la chica estaba lleno de lágrimas, tenía los ojos y las mejillas rojas de tanto llorar no entendía por qué la chica estaba llorando quería entenderlo quería saber por qué lloraba y porque lo detenía.

Pronto entendió el porqué, cuando vio la pequeña camilla entrar por la entrada a toda velocidad a la sala de emergencia sus piernas flaquearon, pronto la alfa lo tuvo que ayudar a mantenerse estable, sus lágrimas comenzaron a correr por sus ojos, se separó de la chica y camino hasta la camilla infantil, la blusa blanca de la niña estaba roja por la sangre, sus mejillas estaban rojas y tenía una que otras lágrimas en las cuencas de sus ojos.

Con su mano tomo la pequeña y débil manito de su hija, soltó feromonas para tranquilizarla porque estaba seguro de que estaba estérica por lo ocurrido, tuvo que soltarla cuando la camilla paso por la sala de urgencias, no podía entrar porque podía ser peligroso para la niña.

Se sentó en los bancos de la sala de espera cuando escucho los pasos acelerados en su dirección.

—que haces aquí? —pregunto el alfa a la chica que acababa de llegar, su voz sonó muy calmada y seria ni siquiera la miro. La chica se sintió muchísimo peor por lo que dijo el chico.

—me dijeron que mahoro tuvo que ir a urgencias porque la atropellaron —la chica se puso de rodillas al frente del alfa y puso sus manos en las piernas del alfa —perdón te guro que solo la perdí de vista un segundo —el nieto de la anciana entro por la puerta para ver al alfa y acompañarlo un rato, pero cuando entro se escondió rápido al ver a la omega tirada de rodillas al frente de katsuki.

—solo vete a casa, no es tu culpa es mía, fue mi error dejarla. Ella me había dicho desde antes que no le gustaba estar legos de mi porque le empezaba a doler el pecho, pero yo lo evadí, supongo que todo es mi culpa así que ve a casa yo me encargare de esto —la chica iba a decir algo más pero cuando el alfa la miro los ojos rojos rubí le dio un poco de miedo quedarse así que hizo lo dicho y se retiró al apartamento.

La chica al salir se topó con el chico omega con un gesto le dijo que no entrara, el alfa tenía un orgullo muy grande y era obvio que no quería que el chico lo viera llorar así que lo mandaría a la mierda. El chico supo que no podía pasar por lo que solo dio media vuelta y se fue de allí, la alfa momo ya estaba más calmada así que fue con katsuki quien estaba hablando con el doctor.

La alfa se acercó para escuchar de lo que hablaban, era algo que ellos habían programado para dentro de dos días, mahoro estaba teniendo complicaciones respiratorios y cardiacos desde ue llego al hospital por la falta de feromonas de su madre y lo único que podían hacer era operarla y colocarle un aparato especial que cubría las glándulas alfa que no están bien formadas aun para que no afecten a la niña ni sean afectadas por la falta de feromonas maternas.

Se suponía que esa operación se haría justo el miércoles, dentro de dos días, pero se tendría que adelantar para ese momento por lo que la niña tendría que ser operada de urgencia, el alfa ya no podía seguir allí, por lo que se fue al cuarto donde seria puesta la niña después de que saliera de peligro, cuando estuvo allí el cansancio le gano, ya era tarde casi las 8 de la noche a esa hora salía, había atendido a muchos pacientes después de que su hija entrara en operación así que estaba agotado mentalmente.

Se sentó en el sofá y espero allí sentado a que la niña llegara, aunque eso sería un poco después, la puerta se abrió y la chica alta de largos cabellos verdes entro por esta. Ella había sido una de las doctoras de operación de la niña por lo que se paró para escucharla.

—pronto la traerán, ya está fuera de peligro. Mahoro es una niña muy fuerte y las heridas que tenían eran leves lo que estaba mal era que la niña tenía el ritmo cardiaco acelerado por lo que perdió la conciencia, pero ya está estable —hablo la chica dándole una sonrisa sincera al chico.

Se sentó nuevamente en el sillón ya más calmado, la chica se retiró después de estar seguro de que el chico estaba bien, el alfa más calmado serró sus ojos carmesís y levanto de vista posando su cabeza en el respaldo del sofá. Tenía demasiado cansancio que termino durmiéndose antes de que la niña fuera cambiada al cuarto.

Cuando las chicas enfermeras entraron al cuarto, para acomodar a la niña en la camilla, el alfa estaba dormido en el sofá, de la cintura para arriba estaba acostado en el sillón y sus pies estaban colgando parecía incomodo, una de las enfermeras fue en busca de una sábana y otra lo acomodo mejor en el sofá, cuando la otra chica llego lo taparon y salieron del lugar para dejarlos a ambos descansar.

doctor and familyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora