capitulo 9

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Era de mañana, soleada y fría era 6 de diciembre ese día, era el cumpleaños de su hija. Como todos los días se levantó temprano, tomo el canguro y acomodo a su hijo de apenas 9 meses de vida, tomo la pañalera donde tenía todo lo necesario para su hijo y salió de ese maldito motel en donde se estaba quedando pues no podía gastar dinero que no tiene en cosas como un hotel o un apartamento, llego hasta la pescadería donde estaba trabajando.

Al llegar la anciana que atiende el puesto le saludo contenta para luego colocarle un trapito mojado en la cabeza al bebe por alguna razón extraña, aun no lo entendía y por más que le preguntara esta no le respondía de acuerdo a lo que quería saber.

Como siempre lo primero que hizo fue sacar los pescados al mostrador y también los mariscos para que la gente los viera, al medio día tenía un descanso de veinte minutos donde era para amamantar a su bebe y comer algo, estaba aburrido de su maldita vida y tenía que buscar a su hija, pero cuando llego a la isla hace una semana el chico que había dicho que dejo a su hija en esta isla en un hospital se tuvo que ir.

Tuvo que buscar en el hospital de la isla, pero le dijeron que no estaba registrada en la red, porque ni él ni sus hijos tienen papeles por ende no hay registro de su existencia, por lo que tuvo que encontrar un trabajo que le pagara semanal y le hiciera un préstamo principal, pero como él no tenía papeles ni era bueno en nada termino sin nada. Pero cuando conoció a esta anciana lo apoyo diciendo que su niño tenía algo raro al igual que él.

Durante toda la semana no pudo hacer nada sobre su hija. A las dos y cuarto la mujer lo mando a la tienda que estaba cerca por un poco de jugo para beber porque el que había ya se había terminado, tuvo que ir, aunque no quisiera porque era el único ayudante de la mujer vieja, así se fue a la tienda de bebidas, cuando regreso logro ver a una niña de cabello castaño claro y a un chico de cabellos cenizos, la niña se parecía demasiado a su hija.

Cuando llego con la mujer anciana le entrego un vaso con jugo, pero tenía una duda talvez la vieja podía decirle después de todo era vieja y conocía a muchas personas, tal vez conocía a ese chico y tal vez la niña que estaba con él, realmente era su hija mahoro.

—ryuko sama, quien era el joven que se acaba de ir? —pregunto cortes el chico mientras arrullaba a su hijo quien amenazaba con despertar.

—quien, el peli rubio? —el omega asintió —bueno él es katsuki bakugou un médico —katsuki bakugou recordaba ese nombre lo habían dicho en el laboratorio, pero cuando, empezó a recordar un poco y cuando o recordó casi se atraganta con el jugo que estaba tomando.

Katsuki bakugou era el nombre de quien habían robado sus pruebas de esperma en ambas ocasiones el cual era el padre biológico de sus hijos, pero podía ser que él no lo sabía... ¿o sí?

—y la niña, con la que venía? —la mujer atendía a un joven alfa que no paraba de ver al chico omega el cual estaba parado cerca de la entrada con su bebe en brazos, mientras lo mecía con mucho cuidado.

—ya, fuera de aquí —dijo la anciana corriendo al chico que no paraba de ver al omega —bueno izuku, la niña es su hija se llama mahoro, y hoy es su cumpleaños por lo que están fuera de casa, pero creo que ya iban de regreso —el omega ya no tenía ni una pisca de duda, la niña si era su mahoro, su hija, y el alfa si sabía que eran sus hijos, al menos si sabía que la niña era su hija. Tenía una cara muy seria —seguro quieres saber dónde viven verdad —el omega dio un rápido si mientras asentía —bueno vive en el apartamento 128 de mi edificio, lo recuerdas donde fuiste hace unos días?

El omega asintió y le pidió salir, claro que le dejo, aunque la anciana no sabía por qué, la niña tenía las mismas malas vibras que el omega y el bebé por lo que estaba segura de que tenían algo que ver, el omega no apresuro el paso, camino tranquilo hasta llegar al edificio y saludar al de recepción el cual ya había visto antes, el anciano lo saludo de vuelta.

Entro al elevador hasta el cuarto piso y camino por los pasillos hasta llegar al apartamento 128, realmente ese lugar era muy grande, respiro profundo y empezó a mover los brazos mientras brincaba lento, estaba demasiado nervioso no sabía cómo reaccionar con un alfa y menos el alfa que es biológicamente el padre de sus hijos y el que cuida de la mayor. Toco el timbre, pero se arrepintió rápido.

La puerta se abrió poco después y vio al alfa era 20 centímetros más alto que el o asta más, el solo media 1,65 era alto para ser omega pero aun así era una pulga comparado con un alfa dominante, los ojos carmesíes del alfa lo estaban penetrando, pero agarro valor.

—puedo pasar? —el alfa se hizo a un lado, y el omega entro y se quitó sus tenis que traía puestos, la casa era muy linda y estaba arreglada para niños, y lo pensó un poco el alfa debía de tener hijos pues no cree que en solo 1 mes ½ pudo haber hecho todo lo que había en la casa, miro para todos lados en busca de su hija, pero no la vio, en su defecto había un montón de legos tirados por la sala y un biberón en mesita delante del sofá.

—lo siento por el montón de juguetes, no esperaba visitas —dijo el chico, se dirigió a la cocina mientras el miraba a su alrededor mientras arrullaba a su bebe, estaba despierto con su cabeza acostada en su pecho, pero despierto, pues el sabia cuando estaba despierto y cuando no —¿quieres comer con nosotros? —pregunto el chico haciendo que el omega saltara por el susto pues le hablo desde la espalda.

—claro, porque no —dijo con un nudo en la garganta por el nerviosismo, tenía hambre pues durante su descanso no comió bien por su hijo que no lo dejaba ser. Pronto el tic de la puerta se escuchó y dos niños entraron corriendo a la casa, asustando más al chico omega, luego de los niños una chica entro a la casa y se quitó los zapatos, pero cuando lo vio se quedó en shock, el alfa se acercó a la chica y le quito la maleta de los niños para dejarlas en sus lugares para luego llevar a la chica estática a su lugar.

—empecemos a comer —los niños se sentaron en su respectivo lugar, el omega se sentó a un lado del alfa el cual le había dicho con la mano que ese era su lugar, al frente de él estaba el niño peli negro que le miraba mucho.

—tío, quien es él? —pregunto el niño apuntándolo con los palillos, el alfa lo miro enojado y el niño bajo rápido los palillos, el omega sonrió internamente y bajo la mirada para ver a su bebe que tenía la mirada baja y jugaba con sus pezones, indicando que quería beber, pero no lo hizo.

—me llamo izuku, soy la madre de mahoro, un placer —los niños se sorprendieron por ello, el omega saco al niño del canjuro y se lo quito para sentar al niño en sus piernas y darle un poco de carne de Salmon.

Al final de la comida, los niños se fueron a cambiar para salir un rato al parque, los niños entraron al cuarto de ochaco sin hacer mucho ruido, y el niño salió y entro al baño para cambiarse y la niña se quedó en el cuarto para cambiarse, salieron poco después. El alfa fue al cuarto donde estaban los papeles de mahoro y las dos actas de nacimientos de ellos dos, salió del cuarto sin hacer mucho ruido para no despertar a la niña, se acercó al omega y le entrego los papeles.

—los hicieron, hace poco. Puedo ayudarte a tener el resto de los tuyos y los de katsuma —el omega recibió los documentos que le entregaba el alfa y empezó a observarlos, eran documentos de mahoro y un acta de nacimiento suyo y de su hijo menor.

—izuku bakugou y katsuma bakugou —rio ligero, por fin tenía un apellido se sentía bien no ser una cosa en el mundo, miro a katsuki y sonrió —gracias...

La puerta del cuarto de katsuki se abrió y salió la niña vestida con un vestidito corto de tela suave y un pijama suave igual. Se tallaba los ojos y bostezo antes de poder ver al frente y cuando lo hizo pensó por un momento que era un sueño, el alfa tomo al bebé de los brazos del omega y este cargo a la llorosa niña.

doctor and familyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora