—Nada es imposible, solamente no se ha logrado aún...
Es importante mencionar que todos los derechos de autor de Harry Potter pertenecen a su autora, J.K. Rowling. Este fanfic es simplemente una adaptación de su historia y no pretende ser otra cosa.
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Harry miró su reflejo. Ojos rojos como la sangre le devolvieron la mirada a través de la ventana. Se veía poderoso, malicioso y con una mirada que expresaba placer por la oscuridad misma.
Ignorando la mirada que le devolvía el reflejo, suspiró. Por suerte, había llegado temprano para asegurarse un compartimento en el Expreso de Hogwarts. Miró a su alrededor y levantó su varita para guardar su baúl en el portaequipajes.
"¿Por qué no he recibido sus cartas?", pensó Harry. Su mirada expresaba una sensación de tristeza vacía, aunque él no se dio cuenta.
Pop.
Harry miró a su lado cuando se percató de la figura que estaba a su lado. Un elfo de baja estatura, aproximadamente un metro de altura, apareció frente a él. Su cuerpo era delgado y algo encorvado, lo que le daba un aspecto un tanto desgarbado. Su piel era arrugada y de color grisáceo, lo que le confería un aspecto desaliñado. Sus extremidades eran largas y delgadas, con dedos finos y nudosos en sus manos y pies.
El elfo doméstico vestía un trapo que le servía como túnica, tan viejo y remendado como su apariencia en general. Harry levantó una ceja. Era imposible que su padre o Arthur le enviaran un elfo doméstico con esos harapos. Todos los Elfos de la Casa Firestick, Browns e incluso la sede británica de los Inefables vestían a sus Elfos Domésticos con ropas acordes a su estatus: finas ropas de seda.
—¿Quién eres? —preguntó Harry con curiosidad.
—¡Harry Nigellus Potter Firestick! Hace tanto tiempo que Dobby deseaba conocerlo, señor... es un gran honor, señor...
—¿Dobby? ¿Ese es tu nombre? —preguntó Harry nuevamente, suspirando interiormente.
—Así es, señor, joven señor. Solo Dobby. Dobby, el elfo doméstico.
—Bien, bien. ¿A quién sirves, eh... Dobby?
—Y-yo... ¡Dobby no puede decirle eso al señor! —gimió Dobby, mientras sus manos temblaban—. ¡El amo de Dobby golpeará a Dobby si se entera! Solo he venido a decirle... señor...
—Decir... ¿Advertir?
Dobby saltó de alegría. —¡Así es, señor! El amo de Dobby... planea cosas malas para el señor Potter, señor... murmuraba cosas sobre venganza... respeto y cosas que Dobby no entendía...
—¿Y?
—¡No debe ir a Hogwarts, señor! ¡He hecho todo lo posible por advertirle! Intenté encontrarlo... pero la Noble Casa Firestick no me dejaba entrar... intenté robarle su correspondencia... pero no funcionó... ¿Algo malo le sucederá al señor si va a Hogwarts?
—¿Malo en qué sentido, Dobby?
—E-el amo de Dobby está planeando algo malo... —murmuró Dobby—. Ha estado buscando algo...
Dobby se detuvo de repente. Sus manos fueron hacia su propia garganta. Harry levantó una ceja al ver lo que él creía era el propio masoquismo del elfo. Dobby, al ver el pequeño asiento vacío frente a Harry, comenzó a golpearse la cabeza con aullidos ensordecedores.
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| Harry Potter | El Legado del Inefable
FantascienzaHarry James Potter, tras la trágica muerte de sus padres, es entregado a su despiadada familia materna por razones de seguridad, ya que una oscura profecía predice su resurgimiento. Sin embargo, debido a una serie de decisiones de Albus Dumbledore...