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El grupo por fin habia llegado al parque acuático. Se bajaron del Lamborghini, y procedieron a caminar hasta la entrada, no sin antes  esperar a que Emiratos le diera varias revisadas para ver si su auto estaba bien.

- Ya, ya, no se lo van a robar, van a querer, pero no van a poder - le dijo el paraguayo.

- Con esas ayudas mejor ni hagas nada we - dijo el mexicano. - tranqui, Emi, no creo que se lo roben.

- Bueno, eso espero... - dijo para luego suspirar. - bien, entremos.

- ¡Si! - exclamó alegre el Norcoreano. - ah....perdón.

-

Los countries, luego de varios minutos, lograron entrar  al parque acuático. Se apresuraron a buscar una mesa para que se pudieran quedar y comer algún rato después.

- Bueno, ahí se ven, Yo ya me voy a meter - dijo el paraguayo con una sonrisa.

- ¡No seas así mi paraguas, ayuda cabron! - exclamó el mexicano.

- ...nO- - el paraguayo corrió a la alberca más cerca y si se tiró de un clavado.

- No seas.... - el mexicano corrió tras el otro e igualmente se tiró a la alberca.

Si, el mexicano sólo se metió a la alberca para putearse al paraguayo.

- ....Desgraciados... - musito el zelandés.

¿Porqué el oceánico dijo eso?
Fácil los clavados los habían mojado.

- Owww....yo no me iba a mojar... -se lamentó un empapado emiratí.

El Sudáfricano, alias, es único que no se mojó, le entregó una toalla al emiratí.

- gh? Gracias. - el árabe tomo la toalla.

- Bueno, ya nos dieron un aventón.... - hablo el malgache. -

- ...¿puedo meterme? - preguntó el norcoreano.

- Tu métete, ni pidas permiso.  - dijo el finés.

- ¡Yei! - el norcoreano corrió a la alberca, pero paró en seco una vez llegó al borde, hizo una serie de movimientos para tratar de no caer, y lo logró. - mmm...

El asiático comenzó a hacer cálculos, si le llegaba a la altura del pecho al mexicano, y a este, el agua le cubría casi por completo el pecho...

Si, definitivamente si se metía se iba a ahogar, pues no sabía nadar.

- ¿que pasa norte? - preguntó el malgache.

- eh! Oh...bueno... esta...algo profundo... - musito nervioso.

- ghm? La alberca tiene 1.60 de profundidad, ¿cuanto mides?

- .... 1.49 -

- ...Tas chiquito.... - dijo enternecido el malgache. - ¿y si vamos a otra más chica?, yo mido 1.57 así que también me pasa el agua.

- Si. Esta bien - dijo con una sonrisa.

En otro lado, el mexicano y el paraguayo salieron del agua, y caminaron hasta la mesa donde se habían quedado.

- ¡volvimos gente! - dijo el mexicano con una sonrisa, luego le dió una mirada al emiratí. ¿¡que te pasó!? - exclamó el mexicano - ¿quien fue el wey que te mojo? - dijo algo molesto.

- ...Mex, fuiste tu. - dijo con tono divertido el árabe.

-oh... ¡perdón wey! - se disculpo.

- No te preocupes, ni que fuera el mayor crimen del mundo - rió.  - créeme, ya me acostumbre.

- ...¿como-? -

- ....no, nada. - dijo nervioso.

- Oigan, ¿y Norte y Mada? -preguntó el sudafricano.

- ...¡Ya se los robaron! - exclamó asustado el paraguayo.

- mmm....No, allá están, en la alberca de niños...? - comentó Nueva Zelanda.

- es que tan chiquitos. - dijo Finlandia.

- demasiado. - dijeron el paraguayo y el mexicano de manera burlona.

- Ay, ay, ay. Mex, ni digas nada, que tu novio también está enano.... sin ofender, Emi. -dijo el paraguayo.

- Oye!...espera, ¿Emi? -

El emiratí frunció el ceño por lo dicho por el paraguayo, pero su expresión cambió,  y ahora estaba completamente sonrojado.

Los otros tres se aguantaron una carcajada. Por su parte, el mexicano comenzó a darles un sermón.

-

En otra parte del parque, el africano y el asiático estaban en la alberca de niños, la cual tenía varios toboganes.

- ¿crees que nos digan algo por meternos en una alberca para niños, siendo que no lo somos? - preguntó el norcoreano.

- nah, si parecemos escuincles,  como diría México. - dijo con tono de risa.

- si...

De pronto, al malgache le pegaron una pedrada en la cabeza.

- ¿pero que? ¡oye, que te pasa! -exclamó molesto el africano.

Un niño de aproximadamente 10 años tenía una piedra en la mano.

- Salgan de la alberca! - dijo el niño.

- a ver, sácame!

- ¡Mada, no!

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Awebo, pelea con unos mocosos

Ocho Pendejos Tratando De Convivir | CountryhumansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora