Una reconciliación emotiva

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• La noche anterior.

Una habitación yace en silencio, aún queda ropa en ese armario que esta sin abrir, la madre de Can está a oscuras, muy sorprendida por la actitud y como se han dado el giro de las cosas con respecto a la decisión que tomó Can.

   Tocando aquella ropa deportiva, hoy solo son para ella trapos sin valor, su pequeño hijo no estaba en casa, y lo que más le aterra a era sentir que le ha fallado, por no haber podido evitar que su vida se complique tanto.

  Ella aprecia a quien salvó la vida de su hijo, pero está persona también es alguien que tiene problemas muy serios con su familia.  Un padre que no tiene escrúpulos, una madre que tiende a menospreciar a quienes no estén a su nivel social, y un hermano que desde el primer momento en que lo vio, le pareció ruin y despiadado.

  ¡No puedo aceptarlo! – sufrirás nuevamente, Tin no te merece, regresa hijo.. Eran sus lamentos aq sus marcadas preocupaciones.

  Sentada aún permanece sobre la cama tan grande, pero vacía en su interior

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  Sentada aún permanece sobre la cama tan grande, pero vacía en su interior. No emite calor, no emite sensaciones, divaga solo a los recuerdos, que en su momento le hicieron ver al perezoso hijo, aun en cama sin poder levantarse para ir a la escuela.

  Las luces de los pasadizos están apagadas, la sombría habitación se confunde con la oscuridad de la noche, se siente algunos suaves roces de vientos que entran por la ventana, remeciendo sus cabellos, al tocar su rostro y hacer desfilar sus lágrimas, pero lo que necesita para calmar su angustia, no está más.

¡Te he fallado!.. ¡te he fallado! ... Repetía constantemente, y no sé porque siento que no me vas a perdonar.

  - Su rostro se quiebra, por la ausencia del hijo amado.

-¡Can!... Su nombre esta perpetuado en sus pensamientos, como una estampa que llevar, o un documento importante que no puede perder, divaga pensando que no pudo hacer nada para detener que se marchara de casa, pero también hay sentimientos encontrados en ella. Aún es muy joven para saber lo que quiere, aún no tiene claro que hará con el resto de su vida, aun la necesita para continuar en este camino difícil que es la vida, sin su padre y solo teniendo a su madre que le respalde, siente que no puede evitar pensar que ha hecho lo correcto, la razón y la ira se apoderan de su corazón, al emitir un repudio a Tin, por haberle ocultado la clase de problemas que tendría que enfrentar su hijo.

  Recuerda que el día que dieron de alta a Can, Tul se hizo presente y sin saber ella quien era, le manifestó su desconcierto por la relación que ambos sostenian.

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