El amor debe vestirse de rosa, y no de un rojo vivo. Para Tin el retener a Can a su lado, será de vital importancia, en su afán de tener su propia felicidad, será duro e imposible de aceptar ante los ojos de su familia, lo inelegible como su pare...
🍁Palabras que fluyen una tras otra.. ¡No logro entender!
▪️DESENFRENO
_ El tiempo se ha detenido, el abismo que se abrió en medio de ellos, ha terminado por resquebrajar la poca estabilidad emocional que les quedó.
Los cristales que conformaban la frágil velada acaban de romperse, el gran click estalló sobre sus ojos, y la complicidad que se dio entre la luna y la noche, han dejado de existir.
El dramático momento los embaucó; Ae desvió la mirada. La situación era cada vez más inmanejable, sentirse retroceder o negarse actuar según su determinación solo lo impulsaría a volver a caer en lo mismo, y jamás podrían aclarar realmente el rol de pareja, y ¿en qué? - les afecta a cada uno, sus constantes diferencias. O lo que realmente es peor, – ¿Cuándo Pete podría darle el lugar que siente merecer en esta relación?.
– Una vez habló a él, que no importaba cuan asustado o intimidado se sintiese frente a otras personas, siempre podría contar con él y que era libre de contarle todo aquello que lo inquietara.
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Ae, siempre enfatizó que podría verlo como un amigo y confidente, porque no solo deseaba ser su novio, sino también la persona que gocé de su total confianza. Pero ha obviado todo, encasillándolo solo en el rol de amante, aumentando su preocupación al verse como una obsesión a sus ojos.
Tal vez su padre tenga cierta razón, al pensar que solo lo usa para no madurar y no cumplir con las funciones que le competen, al ser su sucesor en el gran mundo bursátil y finanzas, que ha sido cosechado por sus familias de generación en generación.
¡Deja de llorar! – Endureció su voz, intentando mostrar insensibilidad para no ser delatado por sus propios sentimientos, que hacen remecer la intensidad de sus impulsos, ante el deseo que le atrae, al estar cerca de él.
Como un amor en silencio, un grito que se agita sin sonido, sin palabras que lleven un mensaje en ellas, al ser cubiertas por la crueldad que envuelve sus palabras dirigidas a Pete, despegando la semilla de su amor desde lo más profundo de su interior.
Pero no todo había concluido. – Unos débiles pasos se volvieron a escuchar al acercarse a él. – ¡Por favor mírame!, ungido en lamentos y con el frio que recorre en sus venas al proclamarse el más miserable de los hombres, Pete llegó y susurró a Ae.
– Ten el valor de mirarme antes de irte. Suplicó.
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