Capítulo 6

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Una semana fue lo que obtuvieron los alumnos de paz, antes de que las cosas empeorarán...

La noche llegó con sus tonalidades lúgubres, los alumnos caminaban a sus salas comunes después del banquete que se le proporcionó. Al llegar al pasillo de Gryffindor algo los estaba deteniendo, Harry iba atrás escuchando la discusión entre Ron y Hermione, hasta que chocaron con Neville, al ver el bullicio se detuvieron. 

–¿Qué pasa, Neville? – le preguntó Hermione.

–No lo sé, cuando llegamos todo estaba hecho un desastre, la señora gorda lloraba y decía a ver visto a un ser maldito, un ser sin luz. Dumbledore le dijo que se calmará y la mando a otro cuadro. 

–Por favor, sigan a su jefa de casa – habló Dumbledore –. Esta noche, irán a dormir al gran comedor – fue lo último que dijo.

La voz de Dumbledore era firme, como pocas veces sucedía. No hubo replica y los alumnos siguieron a los prefectos y a McGonagall, al llegar se dieron cuenta de que ya estaban las otras casas en el Gran comedor, el cual parecía ser aún más grande de lo que ya era. El suelo estaba lleno de eslipin para dormir, y estaban divididos por el color de las casas. Harry Potter se recostó y vio como los maestros iban y venían de un lado para otro, no podía dormir, no después de saber que había algo afuera. 

Severus se acercó a Dumbledore una vez estuvieron en una esquina del Gran Comedor.

–Albus ¿qué es lo que pasa exactamente? – le cuestionó.

–Severus, que bueno que estás aquí, la señora Gorda nos comunicó haber visto un ser diferente a nosotros – miro a Snape para ver su reacción –. No sabemos qué significa, no obstante, mi muchacho, no quiero arriesgar a ningún alumno, menos a Harry.

–Ya se revisó todo el castillo, no se encontró nada ¿crees que esto tenga que ver con el señor oscuro? – inquirió

–No lo sé, y me molesta, pero hasta donde sabemos Voldemort no tenía planes de entrar al castillo, no descartó la posibilidad de que pueda estar involucrado; siento que hay algo más que estamos pasando por alto.

Severus se retiró a seguir su guardia, estaba cerca de los baños, cuando escucho un ruido, se puso en guardia y saco su varita rápidamente. Si había algún "ser" él lo descubriría. Llegó rápidamente al lugar donde provenía el ruido y apunto con su varita a lo primero que se movió. 

–Potter ¡¿Qué demonios está haciendo aquí?! 

El chico tenía sus manos levantadas a cada lado de su cabeza, sus ojos estaban apretados y cerrados y la mandíbula tensa.

–Yo, no podía dormir, profesor y vine al baño a lavarme la cara – dijo el muchacho asustado y con las manos aún arriba.

–Puedes bajar las manos, Potter – el profesor guardó la varita –, no te haré nada. Es muy irresponsable que te levantaras sin avisarle a alguien. Al parecer el castillo ya está limpio, pero no podemos tentar su suerte.

–Profesor, antes de irnos, quisiera contarle algo – el chico hablo con timidez.

–Dime, que sea rápido.

Veía la preocupación en el chico, la tensión de su cuerpo y el nerviosismo que era evidente es sus manos.

–Es respecto al ser oscuro que dijo la señora Gorda que estuvo hoy en el castillo, profesor, yo ya lo había visto.

–¿Dónde, Harry? – le dijo Snape impaciente.

–Lo he visto en mis sueños, pero no es uno, son tres, siempre me miran fijo, sonríen, sus dientes son feos, descuidados, sobresalen los caninos, como, como si fueran vampiros, nunca se me acerca, solo me ven. Es como si me siguieran, como si me vigilarán – un escalofrió recorrió la columna de Harry.

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