Epílogo.

440 54 7
                                    

Muchos mortífagos fueron encarcelados, otros tantos resultaron muertos en combate. Lucius Malfoy fue uno de ellos. Severus recordaba su cabellara en el piso de la mansión y como Narcissa Malfoy lloraba a su lado. Había sentido una pena enorme por ella, siempre estuvo dispuesta a dar la vida por su familia, ahora esa familia ya no existía, las decisiones de Lucius los habían matado, incluso a Draco que lo quería hacer sentir orgulloso a su padre.

Del bando de la luz las bajas habían sido menores, pero las hubo, murieron 12 aurores durante la batalla, no eran cercanos a la orden, ni Severus, ni Harry los conocían.


Charlie Weasley se recuperaba favorablemente, Harry iba a visitarlo de vez en cuando, Severus ya había hecho las pases con él, o al menos eso le dijo a Harry la vez que el chico le había pedido que le acompañará al hospital y él inventó una excusa para no ir.

Remus y Sirius anunciaron su relación y su compromiso, aunque para nadie fue una sorpresa, ni siquiera para Potter que solo se rio de los dos.

La sorpresa fue cuando Severus y Harry les dijeron que estaban comprometidos y se iban a casar. Dumbledore abrazó a ambos y lloró, murmuro un "lo sabía". Sirius quería asesinar a Snape, pero Remus le advirtió que si hacía algo contra ellos lo dejaría, así que el chucho se calmó.

 ...

–¿Crees que ellos estén bien? – un joven de cabello azabache y ojos verdes acababa de poner la última corona en una de las lápidas.

–Creo que por fin tienen el descanso que merecen, Harry – agregó Severus pasando un brazo por la cintura del joven.

Después de la guerra, Harry y Severus hicieron un recinto para los caídos. Entre ellos estaban la tumba de Draco Malfoy y de Dimitri Azimov. La muerte de Draco le había costado mucho a Harry, fueron días llenos de pesadillas y de terapias, donde Severus le recordaba a cada minuto que no había sido su culpa, que así era la guerra, que, si él no hubiera matado a Draco, él lo hubiera llevado con Lord Voldemort.

>>Es hora de irnos, ángel – le limpió una lagrima que corría por la mejilla de Harry.

Regresaron por el sendero que los llevaba directo a Hogsmade. En una esquina, Severus vio a la misma anciana que aquella noche le regalo el libro de poemas. La anciana solo le sonrió, Snape le hizo un asentimiento con la cabeza, agradeciéndole mentalmente, porque fue gracias a ella y al libro que besó a Harry por primera vez.

Cuando llegaron a los terrenos de la mansión vieron a Lu jugando en el lago, la hipocampo saltó cuando los vio y se hundió en las profundidades. 

–Tenemos mucho trabajo que hacer, Sev.

Miraron las ruinas de la mansión. Después de recuperarse ambos totalmente, tomaron la decisión de quedarse en los terrenos de la mansión, no obstante, la mansión tendría que ser derribada, fue la condición que puso el pocionista. 

Ahora les tocaba a Severus y a Harry forjar su propio hogar.

–Te amo, Harry Potter, gracias por brindarme un hogar verdadero y permitirme compartir ese hogar contigo.

–Y yo te amo, Severus Snape.

Se besaron profundamente. Un halo de luz salió del anillo que portaba Harry en su dedo anular, se unió al mismo anillo que Severus llevaba en su mano. Un hilo los juntaba, un hilo que prometía juntarlos en otras vidas.

FIN 


Notas del autor: 

Hemos llegado al final de la historia, si hay muchos saltos en el tiempo fueron porque no quería hacer la historia tan larga.

Te agradezco si llegaste al final, fue mi primer Snarry y mi primer historia publicada. Acepto cualquier comentario y opinión que tengas. También tengo algunas otras ideas, de Severus Snape y de Harry, de Severus Snape y de un lector femenino original. Además de otros personajes de otras historias. Muchas gracias y espero podamos leernos pronto.

You're enough.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora