Capítulo 21

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Narra Gianella:

Cuando subimos al apartamento de mi hermana, me dediqué a mirar curiosamente cada parte de la casa: los sofás del salón de un color azul oscuro y a la vez eléctrico, la cocina llena de luz con varios tonos verdes de los muebles adornándola, las paredes blancas de toda la casa dando luminosidad, los grandes ventanales que había en el salón...

-Gianella!- dice mi hermana Paola saliendo de una habitación a la cual no había entrado, me acerco a ella para darle el mismo abrazo que le di a mi hermana en el aeropuerto y que Paola acepto- como esta la chiquitina del grupo?

-Chiquitina dice, pero si mido más que tu- digo ofendida para luego apretarme los hombros a modo burlón- y la verdad, estoy genial querida, y tu?

-Me va que no es poco- nos reímos entre las dos y al mismo tiempo miramos a mi hermana Elena.

-Esta hablando con Charles, como no- niega con cansancio y yo me rio- esta a todas horas: es que charles no se que, es que Charles no se cuantos- suspira y me mira- te darás cuenta como estarán hablando en todo momento. Y si Charles pudiese, hablaría con ella mientras conduce el monoplaza.

Por primera vez vemos a mi hermana levantar la cabeza con el ceño fruncido.

-No cargues conmigo que Carlos tenga novia- jadeo al escuchar a Elena y miro a Paola.

-Espera, espera. Estamos hablado del mismo Carlos? Carlos Sainz Vázquez del Castro y todos su apellidos los cuales no me voy a aprender?- asiente Elena habla Paola.

-Porque vosotras los pillasteis solteros? Cuando vi a Carlos con Isa casi llore.

-Si te sirve de consuelo, yo siempre supe que Lando estuvo disponible- me mira con los ojos entrecerrados buscando el consuelo.

-Bueno, no pienso ponerme depre por el, ahora prometo ponerme ultra potente y volverme una mujer súper guapa e irresistible- me empiezo a reír y eso hace que se contagie y mis hermanas acaben igual.

-Bueno mis niñas, hoy pensé que podríamos tomarnos el día tranquilo: podríamos ir a la piscina, luego esta tarde saldríamos a ver el barrio y esta noche hacemos pizzas y vemos crepúsculo, os parece?- asiento rápidamente.

-Me encanta ese plan de ver a mi novio- digo al pensar en Edward Cullen.

-Y Lando que es, un mueble?- dice Elena mientras se sienta en el sofá.

-Lando respeta los rangos, yo lo quiero mucho y tal, pero superar a Edward Cullen en la cuarta película toma mucho tiempo- Elena se ríe- bueno, cual va a ser mi aposento estas noches?- Paola que seguía al lado mío, tomó mi mano y me guió por el pasillo hasta la ultima puerta.

Al abrir esta, pude ver como la habitación tiene lo básico: una cama bastante grande, un escritorio con una silla, un espejo de pie bastante bonito y un pequeño armario. Las paredes eran básicas con pequeños toques en naranja salmón y había una gran ventana exactamente igual a la del salón.

-Es muy tu, muy naranja- sonrió y dejo mi maleta junto a mi mochila.

Después de una hora en la que estuve instalando mis cosas en el armario de madera, me puse uno de los biquinis que me compre hace un año y pico de color azul eléctrico.

Al mirarme en el espejo poco a poco empecé a descartar la idea de ir a la piscina.

Miraba mis claras estrías, las pequeñas cicatrices de los cortes que me hacía hace mucho tiempo, la ligera celulitis de mis muslos…

Empecé a sentir esa gran presión que tan bien conozco.

Me senté en la cama y comencé a hacer respiraciones profundas para calmarme y que no llegase a más.

En Mónaco ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora