Capítulo 22

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Narra Gianella:

Abrí los ojos y me quité la capucha de la cara para sentir toda la luz en la cara y gruñir.

Vaya dolor de cabeza dios mío.

La noche ha sido un poco movida.

Lando se despertó muchas veces en la noche ya que tenía calor y le dolía mucho la cabeza.

Salía a la terraza para que el aire le diese en la cara.

Yo intentaba ayudarlo ya que estaba mareado y tenía pinta de caerse si no se empesaba en algo, pero se le ocurrió la idea de ducharse por que tenía demasiado calor y la idea por mi parte me pareció mala (no me malinterpretéis, entendía el calor que podía tener y tal, pero no pensaba entrar a ayudarlo cuando estaba desnudo. Yo lo quiero mucho pero las cosas como son jijij), pero el muy terco dijo que estaba bien para poder ducharse y después de convencerme, se metió en la ducha. Yo estuve al tanto de lo que pasase por si necesitaba mi ayuda y afortunadamente salió todo bien. Al final, se pudo dormir a las 4 de la mañana después de tomarse otra pastilla.

En la actualidad, escuché la puerta y unas voces, agudicé el oído y pude escuchar a Lando y su mejor amigo.

-Gracias por traerme más pañuelos, creo que ayer desperdicié todos- dijo Lando.

-No me tienes que dar las gracias, ayer tenías una cara que no se te podía diferenciar con un zombi- habló Carlos escuché una carcajada del británico y como se abrió un poco más la puerta- está derrotada eh?

-Le di un por saco ayer por la noche que no es normal- suspiró- cada vez que me levantaba de la cama para tomar el aire por la fiebre, ella estaba ahí para ayudarme y darme ánimos.

-Reza para que hoy no te odie por la noche que diste.

-Si aún me sigue queriendo me consideraré la persona más afortunada del mundo- se quedaron callados por un tiempo.

-Bueno Lando, iré al gimnasio que la pizza me dejó hinchado. Solo pasaba para ver como estaba mi dúo favorito.

-Pues entre que yo no puedo respirar por la nariz y ella está muerta, estamos genial sisi- los escuché reír y cómo se despidieron, al momento, cerré los ojos.

Sentía los pasos de Lando más cerca de la cama y como suspiró para subir a la cama y girarse para mirarme.

Tocó mi cara delicadamente y me dió un tierno un beso en la frente.

-Hey, buen día Gia- abrí los ojos y me encontré con mi ojiverde favorito dándome una sonrisa sin dientes, yo lo abracé y él hizo lo mismo.

-Cómo te encuentras Lan?- acarició mi cabeza.

-Me encuentro mejor que ayer créeme: ya no tengo mareos y la cabeza no me duele tanto, pero tengo un resfriado bastante grande.

-Se te nota la congestión al hablar- digo para reírme.

-Oye no te rías de mi que sigo malo- hizo un puchero y me reí más- tengo que contarte algo, investigué sobre lo de Carlos y tu hermana - lo miré- estuve desayunando con Carlitos y de momento se están conociendo pero creo que los dos quieren algo- abrí la boca con sorpresa.

-Oh dios mío, con que es verdad- asintió- no me lo me lo esperaba.

-La verdad, yo creo que pegan mucho- asiento.

-Tienen personalidades parecidas si- volvimos a quedarnos callados mientras nos mirábamos.

Estaba perdiéndome en el verde de sus ojos hasta que caí.

-Mierda! Ayer no avisé a nadie de que no vine a dormir- me levanté de una y tomé mi móvil.

-Gia, tu crees que sabiendo que venías a verme, alguien iba a pensar que ibas a volver a dormir a casa de Elena?- me miró con una ceja encarnada.

En Mónaco ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora