PROLOGO:
- Por favor espera - me grita mientras que yo bajo por las escaleras.
- Adiós Christian - digo caminando mas rapido para irme pero no puedo dar ni dos pasos mas ya que un par de brazos me abrazan de la cintura desde atras
Me voltea y en es...
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Me acuerdo que aquí me trajo cuando me desmaye en el cafe.
Christian en un movimiento me baja y me pega contra el desde atras. Pone sus brazos sobre mis hombros dejandome sin escapatoria
« ¿Qué mierda planea hacer? »
- Asi que... ¿Quieres qué sea mas específico? - me dice con voz jugetona y sensual a la vez.
- Christian que caraj... - no puedo terminar de hablar.
Cuando menos pienso Christian me tiene contra una pared, esta sujetando mis manos sobre mi cabeza con una mano y con la que tiene libre me está tocado el muslo derecho.
« ¿Qué mierda hace? »
Derrepente siento su boca sobre la mia, besándome con todas sus fuerzas. Él me pide permiso para meter su lengua en mi boca. Se lo doy porque estoy completamente embobada por este beso.
Nunca en mi vida me he sentido como ahora. Es como si una electricidad recorriera mi cuerpo entero con este beso. No me lo puedo explicar, no se que es lo que me sucede.
Al reaccionar sobre lo que sucede volteo la cara para un lado, evitando que el beso continúe.
- ¿Ana qué tienes? - pregunta Christian.
Volteo a verlo y me doy cuenta que aún me tiene sujeta pero sin besarme.
- ¿¡Christian qué carajos planeas!? ¿¡Porqué me has traído a tu recámara!? - pregunto exaltada.
- Me dijiste que me explicara mejor ¿No?
- Si, ¿Qué tiene que ver eso? - respondo.
- Pues eso hago. Quiero que veas que no todo tiene que ser dolor
Quedó en shock. Mi cerebro no procesa sus palabras hasta segundos después.
Al reaccionar mi corazón se salta un par de latidos.
- Me estás diciendo que... ¿Qui-Quieres tener una sesión de masoquismo en este momento conmigo? - pregunto sorprendida y a la vez bastante asustada.
- Suelta... - Cubre mi boca con su mano libre.
- Primero te muestro y luego reclamas. - con su corbata me amarra las manos por la espalda.
- Christi... - me cubre la boca con una tela y la amarra en mi nuca.
Me tenso ante la sensación de estar a merced de alguien más.
Se sienta en la cama y me sienta en sus rodillas.
Me remuevo incómoda mientras intento hablar.
« Él no entiende. »
Me quita los jeans y me pone boca abajo sobre sus rodillas.
Siento como me baja las bragas poco a poco como queriendo tranquilizarme pero eso no me tranquiliza.
