CAPÍTULO - 17

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- Christian

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- Christian... Yo... No lo sé. - respondo nerviosa.

Una de sus manos agarra mi labio inferior y lo jala haciendo que lo suelte de entre mis dientes. No me di cuenta del momento en que lo empeze a morder.

- Déjame enseñarte lo bueno que puede ser. - sus labios bajan hasta los míos y me besa con ganas.

Sus manos viajan hasta estar abajo de mi blusa y me acaricia por debajo del sostén, en la orilla de este. Jadeo ante la sensación que su toque me provoca y muerdo su labio sin pensar.

Me gruñe para después morderme el labio fuertemente.

- Deseaba morderlo así desde el momento en que te conocí.

Sonrío apenada y una risita sale de mi.

- Me encanta ese sonido.

Me besa una vez más antes de agarrar mi blusa por la parte inferior y verme a los ojos.

Se me olvida como se respira o parpadea.

Al no ver ninguna reacción de mi parte, sube mi blusa lentamente hasta que la saca por mi cabeza. Se queda viendo mi busto con una mirada de clara fascinación.

- Me encantan. Son muy hermosas.

Me sonrojo fuertemente y una pequeña sonrisa sale de mi.

Deja un camino de besos por mi cuello y va bajando hasta llegar al valle de mis senos. Empieza a succionar y dar leves mordidas por ahí.

Eso me hace gemir mientras agarro las sábanas entre mis manos.

- ¿Te gusta? - me pregunta Christian mientras con sus manos va bajando lentamente mis pantalones.

Cuando lo saca por completo, con sus manos me acaricia las piernas desde los tobillos hasta la parte interna de mis muslos.

Jadeo al sentir como el toque de sus manos se proyecta hasta mi sexo. Pasa la punta de sus dedos justo por mi hendidura, pero por encima de mis bragas.

Abro la boca jadeando extasiada. Aprieto mis manos en puño.

- Dime cariño ¿Te gusta? Sino me dices puede que me detenga. - me susurra al oído para después morderme el lóbulo.

Gimo fuertemente.

- S-si

- ¿Si qué, cariño? - con sus dedos hace presión en cierta parte de mi hendidura que me hace jadear fuertemente por aire.

- ¡Si me gusta! - grito

El sonríe travieso y mete sus manos por debajo de mi espalda hasta dar con el broche del brasier.

Siento como lo desabrocha y antes de que este se caiga lo mantengo ahí con mis manos.

Christian me sonríe con ternura para después empezar a besarme mi mejilla izquierda y bajar los besos hasta mi clavícula.

"El Sufrir de Anastasia" EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora