☆ Cap 11. 𝗘𝗹 𝗮𝗹𝗺𝗮𝗰é𝗻.

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𝗟 𝗲 𝗮 𝗵

Llevaba ya un rato hablando con bill, era demasiado gracioso al contrario de tom, el era un poco más amable me refiero a qué es más social.

Tenía temas de conversación muy buenos, teníamos casi los mismos gustos de música y ya me había invitado a ir a uno de sus ensayos.

—Oye —Quite mi vista y atención de bill en dirección a dónde me hablaban.

—Leni ¿Qué paso?

—Es hora de irnos a la fiesta —Respondió casi en un grito cerca de mi oído qué casi revienta mi tímpano.

—Bien, sólo deja me despido de mis papás.

Antes de pararme vi de reojo a tom haciendo contacto visual por unos segundos, el y su hermosa esposa ya se habían dejado de comer el uno al otro ahora solo estaban abrazados. Ella estaba es su regazo abrazando a tom de la cintura y escondía su rostro en el cuello del ya mensionado, el la abrazaba por los hombros paseando sus manos por su espalda de arriba abajo.

Fui a buscar a mis padres y los encontré en una mesa conversando.

—Mamá ya tengo qué irme —Me hacerque a ella para qué me escuche.—A leni y a mi nos invitaron a una fiesta.

Vi cómo ella solo asintió con la cabeza para después darme un beso en la mejilla y un abrazo, regrese rápido a la mesa para irnos. Leni se despidió de su madre y tom le dijo qué si necesitábamos qué fueran por nosotras qué le llamemos a el, nos despedimos también de bill para después caminar camino a la puerta.

—Primero vamos a cambiarnos —Segui el camino hasta mi casa.

—Yo ya vengo cambiada.

Leni llevaba un hermoso vestido negro qué hacia resaltar su figura.

Subí rápido a cambiarme, leni dijo qué ella y aris me esperarian en el estacionamiento.

Llegue a mi habitación, toda la casa estaba sola todos estaban en el salón, mi habitación quedaba al final del pasillo. Corrí al closet en busca de un vestido, encontré uno qué por lo qué vi era nuevo.

El vestido era color blaco, la mayoria de mis vestidos eran balcos, negros y color vino rojizo. Necesitaba más vestidos.

El vestido muy cómodo y lindo, lo acompañe con una chaqueta negra unas botas y un bolso ya era de noche ya estaba un poco fresco.

Corrí al baño y me cambie lo más rápido qué pude, al terminar me quite un poco el maquillaje y me hice uno más disimulado, natural.

Cuándo ya estaba lista iba directo a tomar la perilla de la puerta para salir por está, no hasta qué alguien se adelanto abrió la puerta y paso haciendome retroceder unos pasos.

—¿A dónde vas? —Podía oler el olor del tabaco al igual qué el de su perfume caro, parece qué se baña en perfume.

La luz de mi habitación ya estaba apagada ya qué antes de tomar la perilla la apagué, siempre se me olvidaba apagarla.

—Con leni —Respondí mirando la puerta y después sus ojos qué los podía ver por los reflejos de la luz de afuera.

—¿A qué hora regresaras? —Se acercó un poco a mi, solo camino un par de pasos.

Love Hurts | Tom Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora