☆ Cap 18. 𝗧𝗮𝗿𝗱𝗲 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗹𝗮𝗴𝗼.

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☆ 𝗟 𝗲 𝗮 𝗵 ☆

El desayuno estuvo delicioso, un poco incómodo pero muy rico.

Desdé qué llegamos heidi no para de grabar o tomar fotos de todo lo qué pasa aquí. A veces es un poco incómodo el cómo de la nada te pone el teléfono en medio de la cara, a veces con el flash prendido qué puedo jurar qué estoy a nada de quedar ciega de tanto qué me pone el teléfono con el flash prendido.

Ignorando lo qué hace heidi.

Las vacaciones van super bien, ya tenemos dos días aquí, este es nuestro tercer día y todavía no hemos tenido tiempo de entrar ni a la alberca ni al lago, qué por cierto la habitación qué me tocó tiene balcón así qué tengo una hermosa vista del amanecer, atardecer y anochecer.

Es realmente hermosa la naturaleza.

En éste momento nos encontramos todos jugando un juego de mesa en la sala qué tiene un gran ventanal qué ilumina la sala y tiene una vista hermosa al patio qué da al lago.

—Leni, Leni. —Heidi se encontraba grabando a leni mientras jugamos, leni habia perdido ya y estaba molesta.

—Oh leni, vamos solo es un juego. —La esposa de tom reía mientras le ponía el teléfono en la cara a la niña molesta por ya perder más de diez rondas seguidas.—Juego en el qué has perdido cómo quince veces. —Heidi soltó una risa provocando qué leni la mirara enojada mientras comida sus papas Lays.

—¡Ya deja de grabarme mamá! —Tomo unas de las cartas qué tenía cerca y las tiro al piso mientras pataleaba.—Estoy segura qué me hacen trampa todos, ¿cómo es posible qué ya perdí quince veces?

—Dieciséis, si contamos está. —Volteó a mirarme con una mirada muy molesta lo qué me causó risa.

Heidi dejo de grabar para subir el video a sus redes sociales. Solo teníamos aquí tres días, y heidi ya había subido como doscientas publicaciones e historias a todas sus redes sociales.

Alcé la mirada un poco viendo a la persona qué se encontraba de mi lado derecho. Hicimos contacto visual por lo qué me pareció ser horas pero solo fueron segundos, quería poder hablar en algún momento con el, poder estar a solar y decir lo qué pensamos. También quiero saber qué somos, si somos algo o si sólo me ve cómo un pasatiempo. Quiero saber si el también siente lo mismo qué yo.

Aunqué sueno estúpida al pensar qué un hombre casado con una hermosa mujer dejara todo lo qué tiene por una chica de diecinueve años qué no tiene nada qué ofrecer más qué su amor, y también una qué otra deuda de tantas cosas qué compró.

La risa de heidi me hizo romper el contacto visual, me dolió mucho hacerlo hace días qué no lo podía ver así de cerca.

—Bien, a ver por qué no van y se arreglan para ir todos al lago. —Se puso de pie para ir por otra copa de vino.—Y después vamos a cenar a un restaurante qué está un poco cerca de aquí.

Rápidamente leni se puso de pie y fue corriendo a su habitación siendo seguida por heidi.

Yo seguía sentada en el suelo de la sala frente a la mesa de centro qué era un poco grande, dónde estaban todos los juegos de mesa qué jugamos hasta aburrirnos.

—Y tú...¿No iras a cambiarte para ir a nadar un rato al lago? —Hablo estando a mi lado, lo pude escuchar tan de cerca qué me erizo la piel.

Volteé a mi lado derecho para verlo, cosa qué el ya hacía con una sonrisa ladina jugando un poco con el aro de su labio.

Me quede mirándolo unos segundos al igual qué el a mi.

Mis papas estaban en su habitación viendo algunas películas y descansando un poco, mientras leni y heidi estaban en sus habitaciones buscando qué ponerse.

Love Hurts | Tom Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora