Movimiento De Ilusiones ๑ [vol.4]

Talia •:◦ XIX

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—¡Papá! ¡Tío Adam!— exclama Allison mientras entramos al departamento.

Camino hacia la sala de estar y los dos yacían en los sillones inconscientes. —Están aquí.— digo hablándole a los demás. —Tío Adam, despierta.— busco alcohol para poner en su nariz.

—¿Chicas?

—Hola.— les sonrió a ambos y ellos se levantan.

—Debemos hablar.— dice Chris.

—Lo sé, deben contarnos todo.

Yo, Allison, Scott e Isaac entramos al despacho de los hermanos. —Hace mucho tiempo ya habíamos tenido la oportunidad de verlos.

—¿Cómo?

—Cuando éramos adolescentes, sus ojos brillaban.

—¿Le brillaban los ojos?— exclama Scott.

—Me pareció algo así como si fuera un ritual. Como si viera dentro de su alma.— dice Chris mientras Allison curaba sus heridas y yo las de Adam.

—Es lo mismo que me hicieron a mi.— responde Isaac.

—Es lo que le hicieron a todos.

—No a todos, solo fueron tras los hombres lobos.

—Y Lydia.

—Lo que tienen una conexión con lo sobrenatural.— responde Adam.

—¿Quién es al que atacaron en Japón?

—Kumicho el jefe los yakuza fue nuestro primer trato arma contra arma, tenía 18 años en ese entonces, Adam 20 y James 17. Iba a ser simple excepto que Gerard no mencionó que iban a ser miembros yakuza quería ver si podríamos adaptarnos en el momento, poniendo a prueba nuestra habilidad para improvisar.

—O sus habilidades para sobrevivir.— digo.

—En cuanto el sol se puso fue como si se materializaran en las sombras, tenían espadas como las katanas de acero negro.

—¿Qué querían?

—Encontrar al Kumicho. Cortaron cualquier cosa viva qué estaban en su camino.

—Y los marcaron como a nosotros...

—No exactamente.

—¿Qué era el? ¿Por qué iban tras él?

—No lo sé, pero tal vez hay alguien quien lo sepa. Hubo algunos sobrevivientes esa noche uno de ellos lo llamaban dedo de plata por una prótesis inusual.

—Parecía que estaba preparado para atacarlos a todos el solo. Ya sabía que había un katachi en el país y pasamos todo el día de ayer buscándolo.

—No parece que quisiera ser encontrado.— exclama Isaac mientras apunta a las heridas de los hombres.

—No, en verdad no. James es el único capaz de encontrarlo, ellos dos crearon una conexión única.