Miraculous Balto

Guardar Secretos.

Con unas pequeñas criaturitas extrañas, así como también unas joyas raras, metidas en lo más profundo de su mochila, Balto ingresó a la escuela. Decidido a que debía hacer lo posible, por esconder lo mejor que pudiera su secreto.

Tan pronto como llegó, supo que debía tomar las mejores precauciones que tuviera, o que se le ocurrieran. Por lo que corrió casi de inmediato al baño, todavía con su mochila, y así, se encerró de inmediato en una de las casillas. Esperando por lo que sea, por lo que fuera del mundo, que nadie lo escuchara. Y lo tacharan de loco.

Abrió su mochila, y dejando verde inmediato a los Kwamis. Mismos que se sorprendieron un poco al verlo, más que nada por la manera casi abrupta en la que abrió la mochila.

-Balto: Bueno chicos, la cosa aquí es que no sé por qué, pero de pronto ya me estoy arrepintiendo de haber dejado que vinieran conmigo. Sin embargo, la otra parte sigue pensando que hice lo correcto al dejarlos venir algunos de ustedes.

-Tikki: No tienes por qué estresarte tanto. Eso simplemente no hará la situación más fácil. Tienes que relajarte, y lo sabes.

-Trixx: Es cierto, preocuparte no lo hará más sencillo. Si no te calmas en este momento, tal vez sea tu propia paranoia, la que nos meta en problemas.

-Balto: Lo se, pero por más que lo intento, no puedo dejar de pensar, en que algo malo pudiera pasarme aún.

-Plagg: Claro que no.

-Balto: Si, claro que sí.

-Tikki: No, claro que no.

-Balto: Está bien, trataré de estar tranquilo, ustedes ganan.

-Tuzzu: Con que no digas nada, de nosotros a nadie, ni dejes tampoco que nada nos vea, todo va a estar bien.

-Trixx: También, asegúrate de que no nos veamos sospechosos para nadie. O más bien, tú mismo, trata de no portarte de manera sospechosa con nadie.

-Balto: De acuerdo.

-Tikki: Sin embargo, eso no quita que debas de mantenerte alerta en todo momento. Todavía puede haber quiénes aún estén tras nosotros. Simplemente no puedes dejar que caigamos en las manos equivocadas.

-Balto: Supongo que tienes razón.

-Tikki: Así es. Y por tanto, sugiero que lleves a la mano, siempre y en todo momento, al menos un Miraculous, con una simple Joya bastará.

-Balto: No estoy muy seguro de esa idea.

-Trixx: Creenos Balto, será lo mejor. Que estés preparado para toda situación.

-Balto: Está bien, como ustedes dijeron, mientras no suene sospechoso, ni tampoco me vea sospechoso, todo estará bien, pero entonces, ¿que joya debería de usar?

-Tikki: La que sea estará bien.

-Trixx: Bueno, siempre y cuando no sea Tuzzu, recuerda Balto, que su joya está dañada, y el simple hecho de volver a ponerte esa, podría perjudicarte de sobremanera. No trates de volver a usarla, hasta que esté arreglada. Aunque claro, eso va a tardar bastante.

-Balto: Bien, en ese caso, creo que te llevaré a ti, Plagga.

Dijo Balto, sacando de inmediato el anillo, del gato negro, quitándose uno de sus guantes, mismos que eran negros y usaba sobre sus patas casi siempre, y poniéndose el anillo, para luego volver a colocarse el guante sobre este mismo.

-Balto: Si algo pasa, tú serás el primero que use.

-Tikki: Supongo que esa no es una mala elección.