Intento de Robo.

29 0 0
                                    

El día transcurrió completamente normal. Salvo porque aunque fueran pocos, Balto si se sintió algo más que abrumado, cuando fue abordado por varios de sus compañeros, que querían saber que había sido de él el día anterior.

Como ya se había mencionado hace un momento, la primera persona a la que Balto se había encontrado tras llegar a la escuela, era a su amiga Angel, de quién se veía que en serio era una de las que más preocupadas estaban por él. Es decir, él no tenía ni idea, pero ella desde hace un tiempo que lo había estado observando y cuidando desde lejos. No con demasiada frecuencia en realidad, pero sí que lo hacía cada vez que podía. Como todos aquellos que sí lo querían realmente, ella estaba más que feliz de saber, y también aliviada, de que no le había pasado nada malo.

Siempre había tratado de hacer una amistad cada vez mejor con él. Pero la forma de ser de él mismo, se lo había impedido durante todo el tiempo que habían estudiado juntos. Ella no lo culpaba por ser así de tímido, pero claro que le gustaría como a muchos otros que se volviera un poco más abierto, y tal parecía que aún habiendo le dado su tiempo no sirvió de mucho. Era algo más que frustrante.

Pero en fin, ya estaban ahí, ya estaban todos los que debían de estar en el salón. No parecía que hubiera algo más por hacer realmente, de hecho no había mucho que hacer en realidad. Pero así era la cosa, iban a tener que estar ahí encontrando cada uno algo que hacer para entretenerse al menos hasta que el día acabara. Lo único importante que aún estaba pendiente, era el baile de la graduación, mismo que Jenna de hecho, aún tenía que organizar. Y como ya se dijo antes, algo que en serio esperaba ver suceder en ese evento, era que aquel que a élla le gustaba en secreto, la invitará a ir a dicho lugar. Incluso si ella todavía estaba lidiando con otros pretendientes que también la querían invitar, como lo eran Steele por supuesto. Que era claro que iba a querer llevarla. Ese día, ella no tenía intenciones de sentarse junto a sus amigas habituales, quienes por supuesto eran Dixie y Sylvie, no porque no quisiera estar más en su compañía de ellas. Necesitaba hablar con Balto, ya no por el asunto de todo lo ocurrido el día anterior. Mente le gustaría saber si él ya tenía pareja para él baile. Una pregunta que bien Podría hacerle en otro momento sin tener que sentarse a su lado, pero que en este caso se trataba de algo diferente, dado que un par de meses atrás, Balto le había avisado que él no planeaba presentarse en dicho evento. Según sus palabras, porque simplemente no tenía deseos de ir. Una frase que por supuesto, Jenna no se tomó de la mejor manera,  " ir porque realmente, no me llama la atención" desde luego no se sintió para nada como algo agradable de escuchar, al menos para ella. A decir verdad, ese baile genuinamente significaba mucho para ella. Más que nada, porque en serio tenía deseos de un momento especial. Y lo que él le había dicho ese tiempo atrás, simple y sencillamente no se valía. Y sobra decir, que esto en cierto modo también había contribuido, a que ella perdiera aún más las esperanzas de que pudieran ser algo más. De hecho, en más de una ocasión la pobre Husky pelirroja habría tenido que reconsiderar sus sentimientos por él, debido a que sí veía interés en él, al menos hasta lo que le parecía, pero no veía que el si intentara algo.

Y tampoco era favorable en lo más mínimo para el propio Balto. Quien al tener dos personas, una a cada lado, sentadas junto a él. Se puso bastante nervioso, tenía que algo de lo que él fuera a hacer o de lo que alguien más hiciera, llegaste a delatar las criaturas que llevaba escondidas con él, o que algo de todo aquello pudiera llevarlo a perder alguna de las joyas.

Fue justo en ese momento, qué pasó lo que precisamente él no quería que pasara. Cometió el error de quitarse los guantes, revelando inmediatamente algo, que no pasó desapercibido para Angel.

Angel: Balto, bonito anillo ¿es nuevo?

Balto giró la cabeza para mirarla, tardó un par de segundos en darse cuenta de lo que ella le estaba hablando. De inmediato tuvo que disimular por supuesto.

Miraculous BaltoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora