Buster Al Ataque.

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Los dos kwamis continuaron felizmente con su camino, ambos se aventuraron muy tranquilos, a explorar la escuela donde Balto había estudiado durante algunos años.

Ninguno de los dos había caído en cuenta, de que alguien los había visto. Era normal que no hayan podido percatarse de eso, porque él había sido muy sigiloso y solamente había logrado verlos por pura suerte, es decir, tuvo mucha suerte al caminar por un pasillo y habérselos encontrado. Buster sabía que por más veces que la organización para la que trabajaba lo había intentado, nunca serían capaces de construir, algún tipo de radar o aparato, que pudiera detectar a los Kwamis por sí solos. Porque ya todos habían caído en cuenta para ese punto, que la tecnología no era capaz de detectarlos. No se les podía capturar ni en fotos, ni en videos,, Buster no sabía si acaso era algo que pudieran decidir a voluntad, o una característica que ellos ya poseían desde siempre, pero solamente sabían que existían, por afirmaciones de otros, pues intentar capturarlos en video,, nunca había sido posible.

Así como tampoco, Buster había tenido la oportunidad de ver a una de estas criaturas,  tan de cerca y en persona, siempre había fantaseado en exceso con ellas. Nunca antes algo había llamado tanto su atención como en ese momento, pero más allá de aquella vista tan impactante para él, le llamaba muchísimo más la atención lo que aquello significaba. Intentó seguirlos, pero rápidamente, los había perdido de vista por desgracia.

Esto aún así no sería suficiente para detenerle. Buster sabía que de igual forma, todavía tenía la opción de esperar a encontrar a Balto y cuando eso sucediera, todo lo que tendría que hacer, sería acorralarlo, noquearlo,,secuestrarlo o de ser necesario, eliminarlo por completo. De esta forma, él esperaba poder hacerse con el poder de las joyas, para tener que avisarle antes a su organización, él pudiera ser el primero en pedir su deseo con los aretes de la Catarina y el anillo del gato negro. Estaba frustrado porque no pudo seguirlos, eran demasiado rápidos y escurridizos, capaces de atravesar toda materia sólida, muy a diferencia de él. Buster había aprendido, por las clases que recibió en su organización, que los Kwamis iban más allá de ser solo pequeñitas criaturas mágicas, en realidad, podrían estar literalmente hablando de dioses. Por esto mismo sería que tenían tanto poder y que también poseían la capacidad de conceder deseos.

Pero aún tenía que mantenerse encubierto, nadie nunca antes lo había visto en esa escuela. él solamente se estaba mezclando entre los alumnos, la misión era simple, pero un descuido de esos, podría hacer que toda la misma se fuera abajo. Se dirigió a la biblioteca de la escuela, a esperar tranquilamente, que la campana sonara. Una vez dentro de dicho establecimiento, ya en ese salón, donde casi no había alumnos, se aseguro de que nadie lo mirara y sacó un pequeño dron, luego lo encendió y lo dejó volar afuera del cuarto. Hizo esta misma acción con otros tres iguales. La idea era simple, poner cámaras de seguridad al final de cuentas y una de ellas le mandaría una notificación, en el momento que detectaran a Balto, ellos pequeños drones, habían sido llenados con todos los datos, características físicas, entre otro tipo de información, con respecto a Balto, estos mismos lo detectarian, entonces Buster, para esperar el primer momento en que él estuviera solo, para interceptarlo y arrebatarle los Miraculous.

Sin quitarse el gorro que le cubría la cabeza, Buster solamente comenzó a fingir que estaba leyendo un libro. Mientras se colocaba un pequeño audífono inalámbrico, a esperar que este emitiera unos pitidos, los cuales serían la señal de la notificación, para cuando los drones detectaran a su objetivo.

Pero de vuelta con Balto, llegó un momento, durante el cual la maestra tuvo que salir, los había dejado a todos mirando una película y para ese momento, ya cada uno había formado sus propios grupitos..

Steele, Dodger, Tramp, Thunderbolt, Nikki, Kaltag, Star, entre otros chicos, yacían sentados juntos, conversando tan tranquilamente como podían entre sí, pero no estaban solos, con ellos estaban también algunas otras de las chicas, es decir, Sasha, Ángel, Lady, Lilly, Dixie y Sylvie, etc. Todos seguían conversando y conversando, con respecto a lo que harían una vez se hubieran graduado y que si ya tenían pareja para el baile, la mayoría aún la estaba buscando, porque todavía no habían querido tomar esa decisión tan difícil.

Miraculous BaltoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora