Jugador desconocido-Pablo Gavi

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Había sido un día que no me lo creía.

Había conocido a la Bad Gyal y a la Mushkaa, unas cantantes a las que sigo un montón y que sus canciones me encantan. También había conocido a Alexia Putellas, a Aitana Bonmati y a Patri Guijarro, unas futbolistas que me encantaban.

Con los chicos no quise hacerme una foto, me daba vergüenza, pero con todas las demás personas que vinieron sí que les pedí una.

La foto con Bad Gyal me la puse de fondo de bloqueo y sabía que no me la iba a cambiar en mucho tiempo.

—Vaya locura de día.—le dije a Dani mientras cogíamos nuestras cosas de las taquillas.

—Ya ves.—contestó.—Le tendría que haber pedido el número a alguno de los chavales que han venido ¿has visto lo buenos que estaban?—exageró

—A mi no me ha hecho falta pedirlo.—dije sacando la servilleta donde ponía el número.—Me lo ha pedido alguno, pero no tengo ni idea de quién.

—¡No jodas!.—grito.—¡como ligas tia!

Me encantaba la personalidad de este chico, era muy alegre y se pasaba todo el rato con una sonrisa muy contagiosa en la cara.

—¿Hoy sales de fiesta?.—preguntó.

—Si.—respondí feliz.

—Pues nos veremos por ahí y me presentas a tus amigas, que siempre me hablas de ellas y no les puedo poner cara.—dijo haciéndose el indignado.

—Hoy te las presento, te van a caer genial.—dije riendo.

—Hasta esta noche, guapa, ya me dirás quién es el jugador anónimo.—dijo guiñándome un ojo.

—Dudo que me vaya a contestar, pero yo le hablaré.—dije saliéndome.—¡Adiós a todos!.—grité despidiéndome de todos.

Ellos me contestaron con un "adiós" y me fui hacia el viejo coche de mi padre que me había regalado. Es una mierda de coche, pero me conformaba.

Cuando llegué a casa me duché y luego me vestí. Me puse un vestido básico negro que me llegaba por los muslos y que tenía una abertura al lado de uno de estos. Lo combiné con un bolso también negro con algunas perlas blancas y por ultimo me puse unas converse de cuero negras con plataforma.

Iba a dejar que se me secase el pelo al aire ya que el calor que estaba haciendo este verano era horroroso y no tardaría en secarse.

En tema maquillaje siempre me pongo muy poco: algo de rímel, corrector y gloss. No me gusta ponerme quilos de maquillaje ya que no me siento natural, además, ya soy guapa de por si así que no me hace falta ponerme más guapa aún.

Al terminar justo se me hizo la hora a la que habíamos quedado así que fui hacia el restaurante al que íbamos siempre.

—Buenas.—dije sentándome en mi silla de siempre.

Los propietarios de ese restaurante me querían más que mi propia familia y lo digo literalmente. Desde que tengo 15 años siempre he estado viniendo aquí tanto sola como con mis amigas, incluso tenemos nuestra propia mesa. No se nota que somos sus clientas favoritas, ¿no?

—Hola.—me saludaron mis amigas alegremente.

—¿Listas para la fiesta de después?.—preguntó Irene.

Todas asentimos riendo y esperamos a que viniera el querido y amado Manu, el nieto de Josema, el propietario.

Algún día tendría que presentar a Manu y a Dani. Manu, es de los tíos que le gustan a Dani y Dani es del estilo que le gustan a Manu. Sin dudas serían almas gemelas.