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Al acabar mi entreno dejé a Lidia jugando con Xavi en la cancha mientras yo me duchaba lo más rápido posible.

Hice tiempo récord de ducharme, porque a los 3 minutos ya estaba duchado y vestido. Tenia el pelo chorreado, pero estábamos a verano, tampoco me iba a resfriar.

Cuando salí a la cancha y vi a la adolescente y a mi entrenador haciendo toques sonreí.

Xavi al verme me llamó y yo fui hacia donde estaba el.

—Gavi, deberías hablar con Ona sobre que Lidia vaya a La Masía, es muy buena y si sigue así va a llegar a hacer historia en el fútbol femenino, te lo digo en serio.—propuso mi entrenador.

—Lo se, la he visto jugar bastantes veces, pero eso debería hablarlo con Ona y su padre, que esté ahora mismo no está lo suficientemente bien para firmar muchos papeles.—dije con un tono de tristeza en mi voz.

—Intenta hablar con ellos, se nota que la chica ama este deporte.—dijo mirándola con una sonrisa.

Yo asentí con la cabeza dándole razón. Esa chica amaba de verdad el fútbol.

Luego llamé a Lidia para que se despidiese de todos porque ya nos íbamos.

Cuando ya estábamos dentro del coche Lidia empezó a contarme lo bien que se lo ha pasado, aunque yo ya lo hubiese visto.

Yo reía ante sus expresiones, exageraba mucho todo, como su hermana.

Yo conduje hasta mi casa y le dije a la menor que le mandara un mensaje a su hermana diciéndole que estaríamos ahí, que viniese cuando quisiera.

—Te voy a reventar.—dijo corriendo hacia el salón y encender la play.

—Eh, primero a comer y luego la play.—avisé.

Ella me miró con ojos de cachorrillo y acabamos haciendo un trato de una partida y luego íbamos a comer.

Una partida se convirtieron en 5 partidas más. El timbre hizo que dejáramos de jugar para ir a abrir la puerta.

—¡Hola!.—saludó Ona.

—¿Ya estás aquí? si hace nada me has mandado el mensaje.—pregunté extrañado.

—Pablo, te he mandado el mensaje hace una hora.—dijo rodando los ojos.—¿Habéis comido al menos?

Lidia y yo nos miramos y empezamos a reírnos.

—Vale, eso es un no.—dijo entrando a mi casa.—Donde está la comida que os la caliento, vosotros poned la mesa.—ordenó.

—Vale mamá.—ironicé

Me miró entrecerrando los ojos y apuntándome con la espátula de los macarrones.

Yo alce las manos en forma de rendimiento y reí.

Luego de comer Lidia se puso a jugar a la play ella sola mientras Ona y yo ordenábamos la cocina.

—Ona, quiero hablar algo contigo.—dije haciendo que ella se acerque con una cara de preocupación.—No es nada malo, tranquila.—reí al ver su expresión.

Ella soltó un suspiro de alivio seguido de un "vale, vale".

—Que Xavi me ha comentado que puede hablar con los de La Masía para que la fichen en algún equipo del Barça, depende del nivel que le vean podrían ponerla directamente en el equipo A.—dije con una sonrisa.

Vi como se quedaba con la boca abierta.

—¡¿Que dices, enserio?!.—preguntó emocionada.

Yo asentí con la cabeza.

—Xavi ya se ha puesto en contacto con el club, solo falta que le comentes esto a tu padre para ver si da el permiso para que viva en La Masía y todo.—dije sonriente.

—Ahora mismo se lo cuento a Lidia y esta tarde-noche vamos a visitar a mi padre.—dijo feliz.

Se fue rápido hacía el salón para contarle todo a su hermana y segundos después escuché un grito de alegria.

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⏰ Última actualización: Oct 19, 2023 ⏰

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Jugador desconocido-Pablo Gavi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora