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A las 20:30 me mandó un mensaje diciendo que a las 22:00 pasaría a recogerme. Yo, como no, me quejé porque no me había dado nada de tiempo para prepararme.

Conecté mi móvil a mi altavoz y puse música mientras me duchaba y preparaba. La primera canción que sonó fue Classy 101 de Feid y Young Miko. Me puse a cantar todas las canciones que salían mientras me duchaba.

Luego me vestí con un vestido que me compré hace un tiempo para utilizar en alguna ocasión especial. Era un vestido negro apretado bastante escotado que me llegaba hasta la mitad de mi muslo, con algunos brillos en la parte de los tirantes y con la espalda abierta. El vestido era precioso.

Una vez vestida me hice un maquillaje simple, en las fiestas siempre me pasaba la mayoría de rato bailando y si me ponía mucho maquillaje se me correría por toda la cara, así que me puse un poco de rimmel waterproof, gloss y corrector.

Me estaba acabando de maquillar y Gavi me estaba llamando por teléfono.

Lo cogí y lo puse en altavoz terminando de maquillarme y empezando a peinarme.

—Ya estoy fuera.—habló al descolgar.

—Hola, eh.—dije.

—Ya estoy abajo.—repitió.

—Lo se, te he escuchado, pero aún no he acabado.

—¿Cuanto te falta?—preguntó.

—Secarme y plancharme el pelo.—dije.—Voy a tardar un rato.—avisé.—Ve a la entrada y te abro para que subas, no vas a estar ahí esperando en la calle.

Colgué la llamada, salí de casa y baje las escaleras para ir a abrir la puerta.

—Perdón, pero es que no me has dado tiempo suficiente para prepararme.—me hice la ofendida.

Me di la vuelta y empecé a subir las escaleras, él hizo lo mismo.

Noté su mirada punzante en mi espalda y en lo que no era espalda.

—Pero si con una hora y media tienes tiempo de sobra, yo me preparo en 15 minutos.—dijo.

—Eres hombre, no me entenderás.—dije cansada, entrando a mi habitación.

Él entró detrás de mi y se sentó en mi cama. Podía ver a través del espejo como no apartaba su mirada de mi.

—¿Porque me miras tanto?.—pregunté reprimiendo una sonrisa.

—Ese vestido te hace un culazo.—dijo mirando sin ningún de vergüenza.

Noté como mis mejillas ardían.

—Creo que se te ha subido la emoción por que vamos salir de fiesta a la cabeza.—dije riendo nerviosa.

—oh...¿Te pongo nerviosa?.—preguntó acercándose a mi con esa sonrisa ladeada que siempre me ponía extremadamente nerviosa.

—No.—hablé en un hilo de voz.

—Pues no te importará que nos quedemos así un rato.—dijo aún con esa sonrisa.

—Si que me importa, me tengo que planchar el pelo.—dije empujándolo.

El se volvió a sentar y se quedó mirando como me planchaba el pelo.

Una vez acabé de prepararme salimos de mi casa y nos dirigimos a su coche. Puse música desde mi movil y no hablamos demasiado.

—No quiero beber mucho hoy.—avisé saliendo del coche una vez habíamos llegado.

—¿Segura?.—preguntó y yo asentí.—Entonces me voy a tomar la libertad de beber lo que quiera.—dijo riendo.

Yo también reí.

Jugador desconocido-Pablo Gavi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora