Otro día más con la misma rutina de siempre: levantarme, ir a trabajar, comer, volver a trabajar, ducharme, cenar y dormir. Siempre sigo la misma rutina desde que acabó el curso y tuve que buscar un trabajo para poder pagar mi piso ya que mis queridos padres se niegan a pagarme el alquiler.
Mi familia es bastante adinerada, pero eso se la suda a la mayoría mis familiares cuando se trata de mi. Soy como el patito feo de la familia. Mis dos hermanas pequeñas son preciosas, han heredado la belleza de mi madre: su pelo rubio rizado, sus ojos verdes, su preciosa nariz y entré muchas más facciones. Y mi hermano más de lo mismo.
Pero yo heredé el pelo marrón ondulado de mi padre, también sus ojos grises con astigmatismo incluidlo, por lo tanto, necesitaba llevar gafas.
Por este hecho mi madre me odiaba, por no parecerme a ella. Eso hizo que mi padre tuviera que fingir que me odiaba. Mi madre le comió la cabeza diciéndole cosas malas de mi: que si comía mucho engordaba, que si las gafas hacían verme fea y muchas más mierdas que casi nunca le prestaba atención. Mi padre tampoco les prestaba atención, pero para que su mujer no se enfadase con el fingía odiarme.
Yo realmente era una chica muy guapa, mis ojos grises eran únicos, nunca había visto a nadie así, en el colegio todos los nenes de mi clase iban detrás de mi, no sé ni cómo hacía para ligar tanto, porque ahora soy todo lo contrario.
Hace poco he empezado a trabajar de camarera en el Barça café, se sitúa al lado del Camp Nou. Todas mis amigas me dicen que tengo mucha suerte de trabajar ahí ya que me podré encontrar con jugadores. Sinceramente, creo que es imposible encontrarme a algún jugador, no suelen ir por esa zona nunca.
Hoy iba a salirme de la rutina normal ya que mis amigas me convencieron para salir de fiesta, así que cuando salga a las 6:30 del trabajo, voy a tener que irme pitando a arreglarme, porque a las 8 habíamos quedado para ir a algún restaurante a cenar y luego ya ir hacia la disco.
Entraba a trabajar a las 10 y acababa a las 18:30 ya que tenia media hora para comer. Alomejor son horarios de bastantes horas para mi edad, pero necesitaban una camarera urgentemente y hasta que no encuentren a más camareros no podían recortarme los horarios.
El Barça era un club muy grande, pero para escoger personal eran muy estrictos. Tenías que seguir cada uno de los requisitos que te ponían o sino ya te puedes estar olvidando del trabajo.
Hoy al llegar al trabajo hice lo que hacía siempre: saludar a todos e ir hacia las taquillas a dejar el bolso y todas mis cosas.
Era lunes por la mañana, así que no había mucha gente por aquí, suele estar más lleno por las tardes ya que los chicos y chicas que van al instituto no tienen clase y algunos se vienen aquí a estudiar o a tomar algo.
Sobretodo los de la masía, suelen venir aquí a estudiar cuando están en épocas de exámenes y a veces me paro a hablar con algunos porque me conocen ya que siempre los atiendo.
Había hecho mi pausa para ir a comer, a la misma hora de siempre cuando escucho que algún cliente abre la puerta.
—Ya voy yo.—avisé a Dani, el compañero con el que mejor me llevaba.
Me levanté de la mesa en la que siempre nos sentábamos para ir a la mesa donde se habían sentado las personas que acababan de entrar.
Mi cara fue un poema al darme cuenta que era una parte de los jugadores del primer equipo del Barça, pero creo que no se dieron cuenta de mi cara de sorpresa ya que se disimular bastante bien.
—Buenos dias.—dije amablemente.—¿Que queréis para beber?.—dije sacando la pequeña tablet donde apuntábamos lo que pedían.
Ellos me contestaron diciéndome todo lo que querían de beber.
—De aquí nada os lo traigo y apunto lo que queráis de comer.—dije regalándoles una sonrisa y yéndome hacia la barra, donde me dejarían todas las bebidas.
Literalmente no sabia que pensar en ese momento. Yo creo que sigo flipando. Sentía las miradas punzantes de los jugadores en mi espalda, no sé porque cojones me estarían mirando, pero cada vez me ponía más nerviosa.
Una vez ya tenia las bebidas fui a la mesa a dejarlas a cada uno de los jugadores. Había pocos, solo estaban los más jóvenes: Pedri, Gavi, Balde, Ferran Torres y Ansu Fati.
Luego pidieron la comida que querían y volví a apuntarlo todo en la tablet.
Fui hacia la barra para dejar la bandeja y luego fui a buscar a Dani ya que necesitaría ayuda para llevar todo.
—Dani, me vas a tener que ayudar a llevar todo.—le avisé.
—Me acabo esto y voy.—contesto dándole un último bocado a su comida.
Mientras esperaba me fijé que Gavi no había hablado, pero no me había quitado la mirada de encima en ningún momento. Supuse que el chaval era tímido así que le resté importancia. Tampoco me debía importar mucho como me tratasen, no los iba a volver a ver.
Una vez con la comida en las bandejas la llevamos a la mesa, poniéndole a cada uno su plato.
—¿Y vosotros qué hacéis por aquí? Nunca os habíamos visto por aquí.—preguntó sin ningún tipo de vergüenza Dani.
—Dani, pero no preguntes eso, que a ver si se van a pensar que eres un acosador.—hice un intento de susurrar.
Pero el intento de susurro no funcionó ya que los chicos que estaban enfrente nuestro soltaron una leve risa.
—Da igual que pregunte.—restó importancia Pedri con su acento canario y riendo.—Estamos aquí porque estamos grabando la publi de la nueva equipación y nos acaban de dar un rato libre, así que no hemos querido ir muy lejos. Seguramente luego vengan más gente como las chicas del equipo femenino.
—Aa vale.—dijo Dani.—Pues hasta otra sí hay, os dejamos comer tranquilos.—se despidió.
Yo también me despedí diciéndoles que disfrutarán de la comida y me fui hacia donde estaba mi comida que ya se habría enfriado. Maldije para mis adentros y tuve que entrar a pedir que me hicieran otro sándwich ya que el mío estaba frío.
Cuando los chicos que habían sentados en la mesa terminaron pidieron la cuenta y se fueron, pero Gavi volvió a entrar porque se había dejado la sudadera.
Después de eso recogimos y limpiamos la mesa y me di que en una servilleta había apuntado algo.
"Háblame si quieres saber quien soy
689 ** ** ***"Me guardé el papel en el bolsillo de mi pantalón para cuando saliera de trabajar hablar a ese jugador desconocido.
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¡Nueva historia!
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Chao pescao🫶🏼.
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Jugador desconocido-Pablo Gavi
FanfictionOna, una chica que parece perfecta pero que tiene muchos problemas familiares por culpa de su madre. Esta chica se mudó a Barcelona ella sola cuando tenía 15 años y a los 18 tuvo que buscarse un trabajo. Ella encontró trabajo en una cafetería que la...