Los tenues colores de una Transilvania nocturna se alzaban a paso alegre frente a nosotros.
Aunque Kristoff prefería ir siempre caminando a todas partes, guardaba en una cochera de la parte de atrás de la casa (que yo no había notado la primera vez que entré) un auto antiguo pero muy sofisticado pintado del mismo tono que nuestra vestimenta.
—A los humanos parece gustarles el color negro. –observé yo mientras me subía al asiento delantero— Al chofer de los Hollander y a los ciudadanos en general. Es...Extraño que me recuerde a cuando era joven.
—Sigues siendo joven. A diferencia de mí, tú siempre lo serás.
—¿A diferencia de ti? —Inquirí yo, asombrado ante sus palabras, imaginando a Kristoff con la apariencia de un anciano—
—Tranquilo, no creceré más que esto, tornado. —respondió mientras nos incorporábamos a la avenida más concurrida de la ciudad, dirigiéndonos al lugar del evento.
Me dijo que esa era una historia para después, puesto que ante nuestros ojos teníamos problemas más grandes.
—Kristoff...
La profundidad de sus ojos marrones chocó con la tristeza de los míos. Sabía que, por muchas razones, él podía intuir lo que iba a decir.
—Tranquilo. —reiteró Kristoff como respuesta. Había descifrado mis sentimientos sin yo tener que expresarlos— Sí lo lograrás, a pesar de que sientas que todos allá te cortarán el cuello.
Juntos reímos creando un gratificante sonido.
—¡Alentador, muy alentador! —expresé yo, concluyendo—
Me indicó que callara y me pusiera la máscara cuanto antes. Ya habíamos entrado en terrenos donde se nos reconocería si no teníamos cuidado.
El evento de élite se celebraría en los jardines de la mansión de la familia de Kristen Bell. Bonitos alrededores verdosos e iluminados por luces resplandecientes engalanaban los alrededores. Arbustos podados para simbolizar distintas figuras que "según ellos" simbolizaban la época vampírica de la que varios de allí proveníamos, sin que los invitados humanos se percataran de ello.
Digo "según ellos" porque en realidad, a excepción de unas cuantas decoraciones y una que otra vestimenta, nada más me llevaba de regreso a aquellos días.
Supongo que habían preparado el evento allí y no en la casa de Fallon porque la vivienda de la señorita Bell era mucho más exuberante y glamourosa. Sí, de nuevo el glamour, dinero y primer impacto por encima de todo.
Hasta los momentos todo iba bien, sin nadie que se percatara de que éramos los seres que hace unos días los Hollander habían enterrado bajo tierra, por razones de las que yo era ajeno.
Sentía que mi "cita" con Fallon no los había impresionado tanto. O tal vez...Era a Fallon a quien no había conquistado.
Sin embargo, quizá para nosotros, todo cambiaría aquella noche.
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Hans el temible.
General FictionSe dice que los vampiros son seres aterradores, sedientos de sangre y de poder... Pero, ¿alguna vez te has topado con uno cuyo mayor deseo es subsistir tan sólo ingiriendo frutas y vegetales? ¿Uno que tan sólo buscar conocer más a fondo la misterios...