La melodía que nos une [✓]

16 | «¿Qué sientes?»

Mi pecho sube y baja con agresividad mientras giro mi cabeza lentamente de un lado al otro sin poder contener mi sonrisa. Abraham camina hacia mí y toma mi mano para alzarla en el aire a la vez que las centenas de personas frente a nosotros piden por una canción más, solo una.

—Ya les hemos dado tres de esas —dice Abraham en el micrófono—. Las otras bandas van a odiarnos.

Siento un brazo por encima de mis hombros y al voltear veo a Harry sonriéndome.

—Fue fenomenal —dice y solamente lo entiendo porque puedo leer sus labios.

Recuesto mi cabeza a la suya cerrando los ojos y entonces siento un beso en la coronilla que remueve algo dentro de mi. Estar encima de un escenario otra vez, ser aclamada por la gente, escuchar sus gritos, todas estas emociones invadiendo mi pecho... esto es volver a sentirse viva.

Lena se para a su lado abrazándolo por el tronco a la vez que Phebe y Mike se toman las manos uniéndose a Abraham. Él asiente y como si ya lo hubiéramos previsto, hacemos una reverencia al público.

—Gracias por todo Barstow —Mike le quita el micrófono a Abraham—. Disfruten la noche.

Y con eso abandonamos el escenario en medio de saludos y más gritos.

—¡Mierda, mierda, mierda! —Lena aprieta los puños golpeándole la espalda a Abraham—. ¡Dios, Dios, Dios! ¿Lo sienten? Todavía piden una canción más ¡Dios!

—¡Esto es lo que quiero hacer por el resto de mi vida! —grita Mike y luego suelta un aullido eufórico.

—Esto es lo que vamos a hacer —afirma Phebe abrazándolo y a él parece tomarle por sorpresa—. Eso que hicimos ahí arriba fue perfecto.

—¡Tenemos que ir a por un trago! —propone Abraham—. Nos lo debemos.

Lena me toma de la mano y tira de mí detrás de Phebe que se adelanta abriéndose camino entremedio de las personas a un lado del escenario. Nos adentramos en los puestos de la feria y caminamos hasta dar con uno en el que vendan alcohol.

—Este es el primero de muchos festivales —Abraham lleva su botella al centro de nuestra pequeña ronda—. Cosas grandes nos esperan, hermanos.

Todos unen sus botellas en el centro y yo dudo en hacerlo durante algunos segundos, más una mirada a Abraham basta para unirme a su celebración.

—Voy a emborracharme y follar mucho —dice antes de empinar su botella de cerveza.

—¿Zoe está aquí? —Lena frunce el ceño ladeando la cabeza y él asiente.

—Yo voy en busca de Cristal —Mike se remueve coquetamente.

—¡¿Es que acaso soy la única soltera aquí?! —se queja Lena bebiendo de su botella.

Phebe mira a Harry sonriendo y la forma en que él aparta su mirada y le da un trago a su cerveza sin prestarle mayor me hace sentir mal hasta a mí.

—Harry y Dakota —Lena me pincha las costillas—. ¿Ustedes qué van a hacer? 

Sus ojos recaen sobre mí y me siento bajo la obligación de ser quien decida nuestro destino.

—Yo me iré a casa —me encojo de hombros—. Mañana trabajo y dudo que pueda dormir con toda la emoción que tengo dentro, pero al menos debo intentarlo.

Lena pasa sus ojos a Harry con una súplica clara en ellos.

—No voy a abandonarte —Él le guiña un ojo—. Llevaré a Dakota a casa y luego regreso, da algunas vueltas y luego espérame junto a la noria.