Juguete de placeres prohibidos

Capítulo 13. Entre gala y pasiones vivirás esta noche -Parte uno

Me costó demasiado, pero pude conciliar el sueño, no sé por cuánto tiempo dormí, después de todo aunque sea de día se veía algo oscuro, pocos rayos de sol lograban pasar por la pequeña ventana.

Frote mis ojos con mis manos.

-Detestable...- no sabía si me refería a estar acá abajo como prisionera de los años antiguos, a esa chica o a él. Sentía como si hubieran pasado más de solo unas cuantas horas, estaba optando por gritar pero a juzgar por sus alumnos sería un milagro que un curioso o alguien en verdad dispuesto a ayudarme me escuchara. Esperaba en silencio a que aquella chica volviera.

-Espero su retorcidamente no se olvide de quitarme estas cosas- solo temía por él nunca poder salir de aquí.

Las horas pasaban hasta que pude distinguir el sonido de pasos, pasos que se iban aproximando hacia donde yo me encontraba.

-Zapatos de tacón...- ese era el sonido que hacían, no podía ser nadie más que una mujer: ella.

-Pensaba que seguirías dormida- dice sin importancia alguna.

-¿Quién puede dormir en un lugar como este?- estaba insomne por la mala noche que tuve; pero mis pensamientos seguían acompañándome: "tal vez tú puedas dormir encadenada, demente"

-Los de tu clase deberían estar acostumbrados a estar en este tipo de lugares-

-¿Tú qué sabes? de seguro todo lo dices por películas, ni has de saber cómo es la vida de verdad, sin lujos ni dinero a montones... ¿no te era más fácil inventarte algo para que me expulsaran? Después de todo te han de dar preferencia...sabrás porque- al decir eso me estaba exponiendo a nunca salir de aquí o posiblemente ser expulsada pero era como si lo segundo no me importara, confiaba de alguna forma en que Becky no dejaría que me expulsaran, algo me decía que aún me quería aquí.

-Vaya, ¿Qué en tu pueblo no te enseñaron a cerrar la boca y guardar respeto por tus superiores?-

-¡Tú no eres mi superior!-

-Tal vez no lo sea, pero por ahora soy la única que puede sacarte de ahí- me apunto para luego cruzarse de brazos mostrándome las llaves de mis cadenas. Yo solo gruñí e hice un gesto de disgusto, era cierto lo que decía.

-No pensaba ofrecerte...pero debido a tu insolencia creo que cambie de opinión.

-¿Ofrecerme?- "¿seré animal o algo?"

-Una compañera, le atrajiste desde que te vio en el traje de enfermera, es todo lo que diré. A su lado no te sentirás sola- la chica se fue escaleras arriba, me dejo pensando.

"Genial, seré manoseada por una extraña" dado a que estaba encadenada creo que esta vez sí sería completamente violada. "¿Qué tiene mi cuerpo? ¿Qué tengo yo?" abracé mis rodillas y hundí mi rostro en mí misma. "No quiero ser tocada de nuevo" toque mi cuello, creo que solo aceptaba que mi ama me tocara, a pesar de ser por la beca ya me estaba acostumbrando al calor de su cuerpo con el mío, su fino perfume que a cada rose se mezclaba conmigo, cada beso que se intensificaba de una pasión proveniente del deseo.

-Si no es ella...sé que no será igual- recordar aquello calentó mi cuerpo, sentía hervir mi rostro, tuve que ladear mi cabeza y respirar hondo para volver a la normalidad.

De nuevo esperaba, esperaba a ver quién sería mi violadora, pero con suerte no pasaba a más. Divise una silueta, la silueta de aquella chica volviendo pero todo lo que pude ver fue como se acercaba rápidamente para vendarme los ojos sin previo aviso, amarro mis muñecas para no quitármelo, todo fue tan rápido que cuando me di cuenta ya me estaba dando instrucciones prácticamente. Obviamente luche por no ser aprisionada más pero las cadenas no me dejaron hacer mucho. Ahora me encontraba encadenada de los dos tobillos únicamente ya que mis manos estaban atadas para no quitarme la venda de los ojos.