Capítulo 20. Olvídate de la venganza y disfruta de las vacaciones

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Freen seguía paseando por los pasillos tratando de disuadirse de aquella idea que rondaba por su mente, la de querer una venganza, pero entre más lo pensaba más quería hacerlo. Ciertamente se quería vengar de la chica que abuso de ella, pero no tuvo la oportunidad de verla ni de saber siquiera su nombre. Emma bien puede irse al demonio, no era tan importante como creía y vengarse le haría crecer su ego de importancia.

-Solo una persona me puede darme la información que quiero, espero quiera- se dijo entre dientes mientras desviaba su camino a la habitación de la más rebelde de su clase y tal vez de todo el primer semestre en general: Mew Blair.

Al llegar a la habitación y justo antes de llamar a la puerta, la compañera de Blair salió, la vio con un gesto extraño, se ve que no es normal que una persona se aparezca en la puerta si no era para verla a ella pues Mew no era lo que se llamaría "social", una cosa era popularidad y otra que ella se permitiera dar a conocer entre sus "fans".

-Hola... ¿puedo pasar?- preguntó débilmente Freen. Mew asintió con pereza y se volteó a seguir en sus cosas. La pequeña entro y cerró la puerta detrás de ella.

-¿Qué quieres?- trato de no sonar "amenazante", pero de cierta forma se notó su interés forzado al preguntar.

-Disculpa el venir sin avisar, tal vez no querías saber nada de mí por ahora, pero necesitaba preguntarte algo. ¿Viste a la chica que...la del sótano, no es así?- trago saliva.

-Sí, está en el hospital- respondió tranquilamente, casi con orgullo en su oración.

-¿Qué?, ¿por qué?-

-Solo podría decirte que o ella es muy débil o yo me propase- rasco su nuca y decidió voltear, -no pude dejar las cosas así, hace unos días me la tope sola regresando a su habitación en la noche y pues, paso, lo siento. No soy vengativa pero no pude soportar el hecho de que no recibiera su merecido-

Freen la veía sin poder creer lo que acababa de escuchar hace unos momentos.

-¿La golpeaste?-

-...Uno que otro golpe...trate de no ser muy ruda, pero resulto ser demasiado sensible. En realidad, está en el hospital más por el susto que por el daño que le cause- tenía una cara de puchero como una niña que acaba de romper algo sin querer.

-Bueno...eh... ¿podrías decirme su nombre?- se había puesto nerviosa al saber su estado, pero aun quería saber el nombre.

-No vayas a visitarla, me han dicho que ya está mejor y la gente de este instituto tarda en aprender lecciones, aunque eso incluya golpes- hubo silenció, y Freen no se veía con intenciones de objetar ante eso, pero al cabo de segundos obtuvo su respuesta.

-Evanna, ese es su nombre- de nuevo, le dio la espalda pues ya no había nada más que hablar.

-Em...gracias, supongo que debo retirarme...hasta luego- antes de irse revolvió el cabello de Mew y dio un beso en él. –Gracias, en verdad- dicho esto, salió de la habitación.

-Salvada por la violenta insensatez de mi amiga, quien lo diría- caminaba de regreso a la habitación, en el fondo se lo agradecía, pero no quería una venganza de ese tipo, tan violenta.

Sus planes se vinieron abajo, Emma era lo suficientemente persistente para venirse abajo ella sola. Nat la hacía sentir menos a cada muestra de rechazo, era suficiente verla sufrir por su amor no correspondido y a Nat ser acosado por ella.

***

-Pequeña, volviste- Becky envuelta entre sábanas blancas la veía parada en la puerta.

-Sí. Vaya, veo que hoy dormirá temprano-

-Estoy cansada...- desvió la mirada ruborizada, ambas sabían perfectamente la razón de su cansancio.

Juguete de placeres prohibidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora