Capítulo 8. Una perrita hambrienta de su ama bipolar

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-¿Cómo vas con ella?- una voz masculina se escucha en la habitación al ver que Nat entraba

-Todo va de maravilla- en un tono orgulloso responde

-¿Tanto la amas?- su compañero de habitación preguntaba en un tono neutro

-Claro...en esto del amor no importa el medio para obtenerlo, pero si al final se tiene habrás ganado, y en mi caso así va-

-Jugar con eso no te llevara a nada bueno...-

-No estoy jugando, la amo tanto que por eso lo hago-

-Espero no termine mal todo eso...-

-Se tratar a las damas, no acabara mal-

-Espero te creas lo que dices-

-Tu confía y veras que la chica me amara como yo a ella- y finalizo su conversación para seguir con otros temas mientras Nat enviaba el mensaje de donde y a qué hora se vería mañana con Freen, como era de esperarse Mew estaba escuchando y se quedó algo confundida pero era obvio que dijo que amaba mucho a Freen, tal vez le tenga preparado algo y por eso fue aquella platica, aparte con solo estar con ella siendo de una clase baja ya era una contradicción a sus principios pero si no le haría daño estaba bien, dejaría que anduviera con él pero eso no significaba que lo dejaría de observar.

-Espero la ames tanto como dices o como entendí...- cruzada de brazos y yendo hacia cualquier otro lado que no fuera cerca de esa habitación, Mew divagaba en sus pensamientos mientras se alejaba.

-Esto no significa que te la dejare, también la quiero y quien la conquiste más se la quedara como has dicho "no importa el medio pero si la tienes al final habrás ganado" aunque eso implique despojarla de tus brazos-

***

Mientras tanto en el salón de química, no solo Mew era la confundida en esos momentos...

La pequeña observaba confundida los ingredientes que su ama había sacado.

Por último saco dos copas de cristal en las cuales comenzó a servir vino, le dio una copa y ordeno que la tomara toda; había terminado de beber el vino de la copa cuando Becky le indico con el dedo que se acercará un poco y sin previo aviso vertió su copa entre sus pechos, dejando que cayera por su cuerpo. Bajo del sillón. Inclinándose frente a ella para beber de su cuerpo; el vino estaba frio que Freen no pudo evitar temblar un poco al sentirlo recorrer de entre sus pechos a su demás cuerpo.

-No está de más decir que tu sabor es...embriagante- decía suavemente mientras tomaba aquel liquido rojo mientras Freen solo tenía cerrados los ojos con fuerza y sentía como su cuerpo se iba calentando a causa del éxtasis del momento.

-Insisto en que tu cuerpo tiene un sabor peculiar, me pregunto si como postre tendrás ese toque de sabor inocente-

Su víctima se encontraba sentada en el suelo, temblando un poco aun ya que por el ambiente frio no le favorecía estar mojada de vino. Becky la recostó y ordeno que cerrara los ojos, como era de esperar no opuso ninguna resistencia ni hizo pregunta alguna para obedecer, cuando la mayor comenzó a cubrir sus pechos y parte de su abdomen con crema batida y para hacerlo más "divertido" puso una fresa en cada pecho mientras las cubría con un poco de chocolate al igual que cubrió del frio jarabe de chocolate su cuello, ahora ya estaba lista para disfrutar de su postre.

La menor seguía sin abrir los ojos, solo sentía los ingredientes en su cuerpo de los cuales solo pudo identificar el chocolate por su olor.

-Puedes abrir los ojos si lo deseas-

No se imaginaba ser un postre humano en cuanto alcanzo a ver lo demás que tenía en el cuerpo pero seguía un poco confundida pero en cuanto comenzó a lamer lentamente desde su abdomen para arriba comprendió que iba ser "su postre". Subió hasta llegar a sus pechos y quitar de una menara sexy las fresas, perfectamente sentada e inclinada frente a la pequeña comenzó a lamer la crema batida de sus pechos, en verdad lo estaba disfrutando, era la primera persona con la que decidió hacer eso. Freen solo sentía la tensión de esperar cuando acabara, el sentir el frio chocolate caer lentamente por su cuerpo y las mordidas que Becky le daba dejando un poco rojos sus pechos; se acercó a su cuello para lamer el chocolate mezclado de inocencia, pareciera que la despojaba de su inocencia a lamidas. De nuevo queriendo marcar su cuerpo mordió con mayor intensidad que la vez anterior cuando solo le dejo una pequeña marca, la estaba lastimando demasiado que Freen no puedo evitar dar un sonoro quejido de dolor pero Becky pareciera que no le intereso y persistió un poco más hasta sentir su cálida sangre estar en su lengua y labios, separándose satisfecha relamiendo sus labios manchados de chocolate y pequeñas manchas de sangre, la pequeña se llevó la mano al cuello y retrayendo su cuerpo tratando de contener las lágrimas.

Juguete de placeres prohibidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora