Capítulo 7. La practica es mejor que la teoría

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La mejor semana de Freen estaba finalizando y como en todas las tardes Becky estaba en la cama con una diferente a la de los demás días; no le tomo importancia y fue a refugiarse en los brazos de Nat, después de todo ella quiso tenerlo para olvidar lo que Becky hacía.

Cada beso entre ellos era con una extraña pasión, la pasión no surgía del momento si no de las ganas que tenían ambos de desahogarse y por lo tanto sentían que no eran del todo sinceros en sus caricias, ignoraron ese sentimiento para seguir pero sin llegar a más de lo normal, todo hasta que Nat paro para hacer una pregunta.

-¿Estás libre mañana?- tomándola de la mano para dar un paseo por los pasillos

-Para ti siempre- esbozando una gran sonrisa, como si fuera la primera desde su noviazgo.

-Perfecto, ¿quisieras salir mañana?-

-¡¡Por supuesto!!- muy emocionada ya que su primera cita formal al fin había llegado, tanta emoción olvido preguntar los detalles que cuando se dio cuenta ya estaban yendo al jardín el cual estaba cubierto por el tono del atardecer, hacia un hermoso panorama para los enamorados.

-Quisiera seguir gozando de tu cuerpo, pero necesito hacer algunas cosas pequeña-

La pequeña que se encontraba entre las sábanas de la gran cama de Becky no tuvo más opción que sonreír y salir de la habitación dejando a Becky que se puso a guardar algunas cosas que la chica no logro distinguir.

Becky se aseguraba de no olvidar nada para seguidamente salir e ir a la oficina de su padre; asegurándose de que nadie le siguiera ni viera fue que entro, tomo las llaves del salón de química y salió. Ese salón no era muy usado por esas fechas, que ni los intendentes se molestaban en ir a limpiar pero por esa ocasión Becky ordeno que limpiaran y no dejaran nada frágil fuera, todo guardado en la bodega.

-Listo, solo me queda esperar a saber si mi mensaje fue recibido con éxito- sentándose en un sillón que también había mandando a llevar en la mañana pero por una ruta especial para no levantar sospechas por si habían estudiantes en los pasillos.

-¿Eres Chankimha?- pregunta un chico el cual se acercó al reconocer que ella era la chica de la fotografía que le habían enseñado

-Si...soy yo- se sentía segura al estar con su novio

-¿Podríamos hablar un momento?- sabía que el mensaje solo debía ser recibido por ella y nadie más

-¿No se lo puedes decir aquí?- pregunta Nat para parecer interesando en que no se la lleve

-Descuida, estaremos en las bancas de por allá- apuntando al par de bancas que estaban cerca de ellos, no podría escuchar pero si ver por si intenta hacerle algo, ambos quedaron convencidos y Freen fue a las bancas con aquel chico desconocido. La plática comenzó y él fue sin rodeos, le explico porque no le podía decir esto en presencia de Nat y por quien había sido enviado, al escuchar eso a Freen se le erizo la piel pero mantuvo la calma.

-Así que tienes que ir al laboratorio de química a las 8:00p.m de hoy, es todo- el chico se levantó de la banca para irse

-Espera ¿sabes al menos para qué?- algo angustiada

-En verdad no, solo me dijo que te dijera y por cierto, el chico con el que estabas no se debe enterar, hasta luego- se fue, se alejaba, no habían más preguntas que responder no había nada más que debieran hablar. Volvió con Nat para pasar su último rato junto antes de las 7:10 p.m de hoy, ya que a esa hora los chicos deben de estar en su zona y las chicas en la de ellas, no se les podían ver juntos después de esa hora. No le dijo nada sobre el tema como le había dicho el chico.

Se hacía tarde y era hora de que se separaran.

-En la noche te diré con exactitud los planes de mañana-

Juguete de placeres prohibidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora