Capítulo 21. De vuelta en casa

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Llegaron y las recibieron con felicidad como a la señorita anterior. Su chofer y algunas sirvientas estaban llevando su equipaje a la habitación de Becky, aquella que había ordenado que les arreglaran.

Freen observaba asombrada el lugar, era enorme en verdad y todo se veía como sacado de aquellas películas antiguas de ricos que veía de vez en cuando con su familia cuando era fin de semana y ninguno tenía nada mejor que hacer que pasar tiempo juntos frente al televisor, aquello le hizo recordar que debe ir a visitarlos.

-Disculpe, ¿puedo ir...?- pregunto muy nerviosa temiendo que le negaran la petición.

-Claro. Ya te di mis condiciones...pobre de ti si osas quebrantarlas- todo eso fue dicho con una sínica sonrisa, Freen a veces pensaba que su ama en verdad nunca era amable, necesitaba poner condiciones para asegurarse de que todo saldrá como ella quiere, era como dejarla sin correa y dejar que su perro se pierda un rato en el pueblo, después de todo es un perro sabe el camino de regreso a casa. La filosofía que aplicaba en Freen.

Todo lo que pudo hacer fue asentir y salir nerviosa, hasta llegar a la salida pudo calmarse un poco pues aún lo estaba por el hecho de ir a ver a su familia, tendría que idear una buena excusa del porque no puede quedarse y aún más importante el cómo llego.

-Bienvenida de vuelta a casa señorita, ¿que desea?, ha de haber sido un viaje agotador- si agotador era ir en una limusina con asientos acolchonados y aire acondicionado, valla, que agotador.

Becky se estiro y dio un bostezo, -me apetece tomar un baño, en el que tiene tina y luego comer algo de pasta-

-... ¿Le molestaría esperar?, ¿no quisiera comer primero?- la sirvienta trataba de disuadirla puesto que ese baño estaba ocupado.

-No, deseo bañarme...bah, iré al baño sé como hacerlo después de todo- era ilógico que la dueña se pusiera a "rogarle" un baño de agua caliente a sus sirvientas. Subía los escalones rápidamente, todas las sirvientas la veían sin más remedio mientras entre ellas sus conclusiones de lo que pasará cuando lo descubra.

Becky llegó a la puerta y la abrió silenciosamente, odiaba ser escandalosa desde hace algunos años, hasta en su propia casa, se desvistió, cubrió su cuerpo con una toalla y retiro la cortina de la tina, sin ver se despojó de la toalla colgándola mientras metía un pie en el agua. "Pensaba que estaría vacío", ante su asombro de ver que el baño ya estaba listo bajo la mirada y la observo, ahí como si nada bañándose con los ojos cerrados.

-¿¿Qué haces aquí??- chillo en un tono agudo Becky.

-¡Becky!, mi escandalosa hermanita- la chica que antes yacía cubierta por el agua de la tina se levantó para abrazar a su hermana menor, no fue muy bien recibido su abrazo, casi fue rechazado de no ser que de alguna forma Becky cedió sin corresponderle.

-Se suponía que no había nadie en casa...- replico en un puchero.

-Pues la universidad al fin me dio un respiro y decidí venir a pasarlo en el lugar donde crecí, quisiera poder decir que es una sorpresa verte, pero ya me habían informado de tu llegada- sonrió de una forma que enojo a Becky, su sonrisa era de verdadera felicidad, no como las que ella hacía constantemente; fingidas.

-¿Qué hacemos de pie?, entremos a la tina-

-Me niego, avísame en cuanto acabes-

-No seas así y entra conmigo...no quiero hacerte entrar de otra manera...- su sonrisa ya no era de felicidad esta vez.

-Ya han pasado los años...ahora es diferente, compréndelo, en realidad nunca fuimos cercanas solo nos usamos para no estar solas mientras buscábamos a nuestros propios juguetes-

Juguete de placeres prohibidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora