Capítulo 23. Reflexiones

3.6K 376 15
                                    

La mañana estaba comenzando temprano para la pequeña de la casa, Becky fue la primera en despertar, una liviana brisa de la mañana que entraba por la ventana de su habitación siempre lograba despertarla desde pequeña.

Se levantó bostezando y estirándose, sacudió un poco su cabeza y vio a su alrededor, ropa regada por toda la habitación, volteo a ver a la persona que tenía a un costado y le fue inevitable sonrojarse y sonreír.

-Creo que después de tanto soñarte en esta habitación, al fin logré sacarte del sueño y traerte a mi realidad- tapo bien a Freen, se puso unas bragas y una bata de dormir; salió de la habitación.

En su camino se encontró con una de sus sirvientas, le ordenó recoger la ropa de su habitación y lavarla, pero sin hacer ruido en la habitación pues su invitada estaba durmiendo, la sirvienta asintió y fue a cumplir la orden.

-A desayunar y luego un baño- se decía mentalmente Becky caminando al jardín, extrañaba tomar sus desayunos en ese lugar tan relajante que le traía muchos recuerdos que prefería ignorar, solo se centró en desayunar, se negaba rotundamente a recordar cualquier cosa puesto que todos los recuerdos eran con su hermana.

-Siento su olor en todo mi cuerpo...- se abrazaba a sí misma con una sonrisa en los labios; ya estaba en la tina con agua tibia. Tallaba su cuerpo y una vez limpia simplemente se dedicó a reposar su cuerpo y disfrutar.

Freen despertó y vio como la sirvienta salía cerrando la puerta. La habitación estaba recién trapeada, el olor a fresco limón la saco de sus sueños, se mantuvo inmóvil unos instantes mientras aclaraba sus ideas cómo el que haría primero, después y ahora. Lo principal ahora era vestirse, pero para su mala suerte se acababan de llevar su ropa a lavar, la situación se ponía tensa, no quería husmear en los cajones de Becky, pero debía hacerlo si no quería permanecer desnuda hasta el regreso de su ama.

Bajó de la cama y abrió el primer cajón, era ropa interior, con vergüenza tomo unas bragas y se las puso rápidamente, antes de cerrar el cajón noto que todas tenían finos y delicados encajes, después de todo es una niña rica y era de esperar que tuviera ese tipo de ropa interior, iba el segundo cajón y eran blusas, tomo una de color negro para que no se notara que no llevaba nada debajo, solo restaba uno, a juzgar por el contenido de los anteriores ese debe contener pantalones, shorts o algo que ponerse abajo. Efectivamente, eso había, pero al desdoblar uno de los shorts cayó un pequeño libro el cual se abrió, Freen solo quería ropa no ver las cosas privadas de Becky, pero al agacharse a recogerlo, lo que vio despertó su curiosidad, una foto aparentemente de Becky y su hermana, debajo tenía algo escrito que le seguía a la siguiente página.

"Mi hermana y yo nos hemos vuelto más unidas y ya no pasamos frio en invierno. Ella me enseño como calentar rápidamente mi cuerpo para no sentir el frio, pero es algo que solo puedo hacer si ella esta, no quiero jugar con otra persona que no sea ella...jugamos mucho a eso, aunque haga calor. Me gusta tanto jugar a to..."

Su lectura fue interrumpida al escuchar un leve golpe en la puerta, guardo rápidamente entre los shorts el pequeño libro y volvió a escuchar otro golpecito, su corazón latía demasiado rápido, temía que fuera Becky, el segundo llamado le dio tiempo de cerrar el cajón y levantarse para ir a abrir la puerta. Quien estaba frente a ella era la otra chica que vio en la foto: Sarah.

-Hola- dijo Sarah.

-...Hola, buenos días- siempre que estaba en casas ajenas era muy educada.

-Claro...- Entró en la habitación haciendo que Freen de unos pasos hacia atrás, aseguro la puerta mientras examinaba de pies a cabeza a la persona que tenía frente a ella.

-¿No trajiste ropa?-

-¿Eh?-

-Veo que tienes puesta la ropa de mi hermana- estaba acercándose a ella sin levantar sospecha.

Juguete de placeres prohibidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora