¡¿Me fo... al director Federal?!

Parte 19/FINAL

Pasaron los días.

Gustabo despertó poco después del operativo, siendo recibido por una oleada de besos y abrazos por parte de Greco, que se quedaba casi todas las noches con él.

No tardó mucho en salir del hospital para ir a casa, donde su padre solía cuidarlo la mayor parte del tiempo.

Horacio por su parte, visitaba seguido a Gustabo, pues el trabajo ya no le era impedimento para hacer su vida de civil.

Y eso era una gran oportunidad para poder estar más tiempo con Viktor.

Visitó la sede al siguiente día del operativo, logrando rescatar algunas cosas que le resultaban importantes. Alguna que otra foto de su casilla, incluso pequeños presentes.

Viktor estaba feliz de que su pareja haya vuelto sana y salva, además de que este ya tenía la libertad que tanto deseaba.

En este momento, Volkov estaba saliendo de servicio junto a Greco, quien marcaba su salida. Al ver hacia la salida, notó una silueta familiar, alta y musculosa.

Conectó sus ojos azules con los bicolores de ese moreno que había ido a buscarle al trabajo. Ambos sonriéndose como cuando iniciaron aquel romance y se veían a escondidas.

Se acercó hacia él y le abrazó para luego darle un beso en los labios.

-Te extrañé hoy.

-Yo también, Horacio.

-¿Quieres... venir a dar una vuelta por la ciudad?

-Ah, vale. Me encantaría.

Así empezaron su nueva vida.

Una en la que ya no estarían en peligro... bueno, ya no tanto.

-¿Sabes? Papá me pidió que lo ayude aquí en comisaría-Estaban dando un paseo en el coche, así podrían hablar tranquilamente.

-¿Con su puesto?

-Sí.

-Entonces estaremos en buenas manos. Eres un gran líder.

-¿Eso piensas?

-Por lo que he visto, has hecho un gran trabajo estando al mando del FIB.

-Me halagas.

-Eres un gran hombre. Yo confío plenamente en ti-Le coloca su mano en la pierna.

Horacio sonríe y mira al frente.

-Así que... nuevo Súper verga ardiente, ¿No le parece mejor ir a casa?-Dijo Viktor luego de su paseo.

-¿La tuya o la mía?

-Donde estemos solos.

-Entonces la mía.

-Je je...

-¿Quieres comprobar si soy ardiente?

-Yo lo sé, pero quiero probar otra vez.

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-¿Escuchaste? Dicen que el Súper se ha tomado tiempo libre y vendrá alguien más. Además de una nueva comisaria.

Viktor y Greco oían a los demás policías, se miraron y sonrieron, sabiendo de quienes se trataba.

No pasó mucho para que las puertas se abran y deje ver a una mujer pelirroja y a un rubio alto y grande, quien le abría la puerta a su compañera.

-Viene tu marido.

-Cierra la boca.

Los otros policías se quedaron boquiabiertos al ver a los nuevos superiores.

Ambos oficiales dieron la vuelta por el otro lado, así se los encontraron cerca a la oficina.