Parte 6/?

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Greco consiguió los permisos y también las cosas necesarias para darle a Volkov.

Luego de curar las mordiditas, tomó un medicamento para la resaca y el dolor de cuerpo.

Volkov terminó quedándose dormido en la habitación del más joven. Aún estaba muy agotado y todo lo ocurrido esa mañana no ayudaba.

Greco llamó a Alek para decirle que Volkov estaba bien, que se había quedado con él esa noche y que no contestó porque el móvil estaba baja batería y no sonaba el tono.

Eso último más falso que su puta madre, pero bueno, de milagro la convenció.

—¿Gustabo estará disponible para poder hablar?—miraba el contacto del rubio en la pantalla del móvil.

No sabía si llamarlo, el mismo Gustabo le había dicho que a veces no podía responder mensajes ni llamadas porque su trabajo era bastante pesado.

Pero era mejor intentar, quizás lo agarraba libre.

—¿Hola?

—Gustabo, eh... quisiera hablar contigo.

—Eh, me agarras un poquito ocupado, bonito. Pero ¿De qué quieres hablar? Yo ahora me desocupo si es muy urgente.

—Es sobre... Volkov y Horacio.

—¿Qué pasó? Lo último que supe es que estaban comiéndose el morro anoche y ya está.

—Demasiadas cosas han pasado que prefiero decírtelo en persona. Cuando puedas ven a mi casa, te mando ubicación.

—Vale, vale, en cinco o diez voy para allá. Cualquier cosa me llamas, ¿ok?

—Ok.

Esperó al rubio, sentado en el sofá de su sala. Estaba pensando en como decirle todo, más específicamente, en como lo diría Volkov. Oyó que llamaban a la puerta y salió.

—Ostia...

No esperaba verlo con chaqueta y una identificación de federal colgando en su cuello. Esperaba todo menos eso.

—Hola, bonito—bajó su máscara y se acercó para darle un beso en la mejilla al de barba.

—Ho-Hola. Pasa.

Le dejó espacio para que pudiera entrar y luego le siguió adentro.

—¿Qué pasa? ¿Es algo malo? Veo tu cara de preocupado—imitó al más joven, quien se sentó en el sofá.

—Es que... no sé que palabras usar para decirte esto.

—Mira...—Se quita su chaqueta y su identificación—Háblame como Gustabo, no como agente federal. Ahora mismo soy solamente Gustabo.

—Es igual de complicado... Es que...—suspira—Volkov me llamó esta mañana, asustado porque no sabía donde estaba, no recordaba qué había pasado y quien era... el tipo que estaba... durmiendo a su lado.

—Ok... ¿Él está bien?

—Ahora sí. Me dijo que vaya a por él, que estaba algo adolorido y quería irse de allí.

—Vale, lo que no entiendo es... ¿Dónde entra Horacio en todo esto?

—A eso voy. Volkov dijo que era pelirrojo...

—No me jodas...

—Exacto. Bueno, quedamos en que iría a buscarlo, me mandó ubicación y ya. Todo tranquilo hasta que me dice gritando que entre a la casa... Horacio había despertado, tampoco recordaba lo de anoche, acorraló a Volkov y le apuntó con un arma. Volkov lo golpeó para poder escapar y yo me lo traje hasta aquí.

¡¿Me fo... al director Federal?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora