Capítulo 4

20.4K 914 564
                                    



Apenas dormí tres horas aquella noche, lo cual no me convenía nada, porque aquella noche actuaríamos en el auditorio de Las Vegas, uno enorme y de bastante fama. ¿Que por qué no dormí? Pregúntenle a mi atormentada mente, quizás a ustedes les haga caso y os conteste.

-Te ves cansada -dijo Lauren, abrochándose los cordones de sus botas, sentada en su cama.

-Estoy cansada -afirmé, recogiendo el vestido que estaba tirado en el suelo desde la noche anterior.

-¿Qué ocurre? -dijo ella acercándose más a mí. -¿Vas a enfermar? Si vas a enfermar se lo diré a Joey y...

-Resaca, Lauren.

-Oh -rió Lauren inclinándose hacia mis pies y ayudándome con los cordones. -Eso explica muchas cosas.

-¿Como qué? -pregunté dejando que ella terminara de hacer el lazo.

-¿Qué recuerdas de anoche? -preguntó.

Entonces lo recordé. Recordé sus manos acariciar mi espalda, mi cuello. Recordé su beso en la mejilla, cómo agarró mis muñecas y cómo deslizó el vestido hasta el suelo.

Me encogí de hombros dando a entender que recorda poco, mentí. ¿Por qué mentiría? Quizás me sintiera un poco avergonzada. O quizás, simplemente, me estremeciera pensarlo.

-Está bien -suspiró. -Vamos o volveremos a llegar tarde.

Una buena actriz hubiera preguntado de qué debía acordarse. Pero yo no era una buena actriz. Nunca lo fui.

Llegamos las primeras a la planta baja del hotel. Por un momento pensamos que se habían ido sin nosotras, que Lauren había vuelto a poner mal el despertador e incluso bromeamos con que nos habían echado del grupo. Pero luego llegaron Rob y Joey, seguidos de las demás chicas.

-Estoy impresionado -dijo Joey.

-Es porque Camila estaba despierta a la hora de levantarse, si no, hubiéramos vuelto a llegar tarde -bromeó Lauren.

-Ugh, te ves como una mierda -dijo Joey mirándome, encogiendo la boca.

-Gracias -dije sonriendo sarcásticamente.

-Vamos, necesitas una buena dosis de maquillaje -dijo Joey caminando hacia la puerta. -¡Desayunaremos en el bus!

Rob se acercó al mostrador a dejar las llaves y nosotros pusimos camino al bus. Yo, sin embargo, no estaba ahí. Estaba, pero no estaba. Yo me había quedado en la noche anterior, en las manos de Lauren en mi espalda. Un acto completamente inocente, claro, pero del que no podía dejar de pensar.


-Eh -sonó la voz de Ally detrás de mí e hizo que me sobresaltara.


-Joder Ally -dije poniendo una mano en mi pecho.


-Lo siento, pensé que me habías visto.


-Lo siento yo -dije caminando a su lado. -Tengo un mal día.


-A eso venía.


Ally y yo éramos como hermanas. Todas lo éramos. En realidad éramos como una familia irrompible, pero Ally y yo conectábamos de una manera diferente. Algo así como venía siendo con Lauren. Como una mejor amiga, de esas que saben que algo mal mirándote a los ojos. De esas que te hablan sin hablar. Tenía una confianza plena en ella, incluso más que en la que podía encontrar el Lauren.


-¿Qué te ocurre, Mila? -preguntó Ally, parándose en la puerta del autobús.


-No lo sé, Ally -contesté sincera. Me encogí de hombros y ella supo que decía la verdad.


Si Supieran (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora